Pindado niega haber manipulado pruebas en 'el caso del tiro en la nuca'

José Ramón Pindado, comandante de la Guardia Civil, negó ayer haber manipulado pruebas para simular que la muerte de la etarra Lucía Urigoitia, en Pasaia (Guipúzcoa) en 1987, se produjo en pleno enfrentamiento con los agentes que iban a detenerla y no a causa de un tiro en la nuca cuando ya se encontraba herida en el suelo.En un documento atribuido al Cesid se responsabiliza a Pindado, que ayer acudió a declarar como testigo ante el juez Justo Rodríguez, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, de la manipulación de pruebas con el fin de obstaculizar la investigación judicial.

En el escrito en cuestión se dice que Pindado entró en el piso del entonces instructor del caso, el magistrado Juan Piqueras, y sustituyó el proyectil que causó la muerte de la activista de ETA, cambió el cañón de una pistola y manipuló un chaleco antibalas.

El abogado de la acusación particular, Íñigo Iruin, aseguró que Pindado reconoció que en las fechas en que se produjo la muerte de Urigoitia se encontraba en San Sebastián en comisión de servicios y que intervino en la detención del comando Donostia, aunque alegó que se limitó a arrestar en la calle a dos de sus miembros y no subió a la vivienda de Urigoitia.