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La OTAN, la ONU y Bildt maniobran en favor de los disidentes serbios de Pale

Xavier Vidal-Folch

Aislar a Radovan Karadzic y su bunker de Pale, apoyar a sus disidentes. Ésta es la consigna de la comunidad internacional en este momento. La OTAN, la ONU y el mediador Carl Bildt están maniobrando para fomentar la aparición clara de un nuevo liderazgo serbobosnio en Banja Luka, que se enfrente a Karadzic. Pero éste destituyó ayer a su primer ministro, Rajko Kasagic, principal candidato a ejercer de Bruto contra su césar. El secretario general de la OTAN, Javier Solana, emprende hoy su cuarto viaje a la antigua Yugoslavia para reclamar de Belgrado apoyo a esa estrategia.

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Solana acudirá primero a Banja Luka, ciudad donde tiene su apoyo el primer ministro destituido ayer, para visitar el cuartel general de las tropas británicas, encargadas de controlar el proceso de paz en la parte occidental del país, que se acaba de trasladar a esa ciudad. Traslado y visita constituyen un doble gesto político de la estrategia internacional emprendida para estimular la rebeldía de los líderes de Banja Luka contra sus jefes de Pale.Además de políticamente, Banja Luka reúne las condiciones necesarias como plataforma de conspiración para la sustitución de los ultras: es una verdadera ciudad, y no un poblacho como Pale, y está ubicada en el centro geográfico de la comunidad serbobosnia. Se proyecta así una reestructuración política de Bosnia-Herzegovina sobre un triángulo de tres ciudades con funciones de capitalidad: Sarajevo (musulmanes), Mostar (musulmanes y croatas) y Banja Luka (serbios).

Los gestos de la OTAN hacia Banja Luka se realizan paralelamente a los que emprenden otras organizaciones internacionales. 'Tanto el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) como el mediador Carl Bildt han trasladado a Banja Luka sus oficinas operativas. Todos ellos consideran que Kasagic es la personalidad adecuada para pasar de la discreta disidencia interna a una oposición abierta: fue quien acudió a negociar a Dayton (Karadzic: no podía, como presunto criminal de guerra); quiso asistir a la segunda Conferencia de Donantes, organizada en abril en Bruselas con el fin de recaudar los fondos para la reconstrucción, y se le atribuye una correcta relación con el líder bosnio, musulmán Alia Itzebegovic.

La prueba del nueve

El secretario general de la OTAN tenía previsto entrevistarse con Kasagic, aunque ello no figuraba en su agenda oficial: si lo hace, será la prueba del nueve de la operación. Solana condenó ayer expresamente la destitución de Kasagic, que calificó de "nula y no aceptable". Se dispone también a entrevistarse en Belgrado con Slobodan Milosevic, para encarecerle a que ate corto a Pale y dé su apoyo a los dirigentes más dialogantes y presentables ante la comunidad internacional. Solana lo tendrá difícil. Carl Bildt ha insistido recientemente en que "las proclamas retóricas" de Milosevic en favor de la reconciliación y de un nuevo liderazgo de los serbobosnios jamás se han concretado. [Precisamente ayer, el Parlamento yugoslavo (Serbia y Montenegro) aprobó la destitución del gobernador del Banco Nacional, Dragoslav Avramovic, tras varias semanas de disputas sobre el acuerdo de Belgrado con el Fondo Monetario Internacional y las políticas fiscales y de privatizaciones, informa la agencia Reuter].Pero agotar esta vía de cerco político parece imprescindible porque la alternativa nadie la asume por el momento. En efecto, ninguna organización internacional está dispuesta a realizar la operación de captura y entrega de los criminales de guerra -entre ellos, Karadzic y sus más próximos colaboradores- al Tribunal de La Haya. Quien dispone de los medios, como las tropas de lfor coordinadas por la OTAN, teme las represalias sobre los soldados que se interponen como fuerza de paz y tampoco cuenta con un mandato muy específico, sino más bien con una autorización genérica. Y quienes pudieran tener la voluntad de comprometerse no disponen de los medios necesarios.

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