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Un directivo que trabajó 30 años

Amigos, compañeros y familiares del químico desaparecido se resistían a creer que José Luis Zaragoza del Río hubiera sido secuestrado. Según sus parientes, José Luis era un químico prestigioso. Había dedicado a esta profesión 30 años de su vida. "Es impensable que se pudiese pedir un rescate. José Luis no era un millonario", explicó un familiar cercano. "Era propietario de su chale de Algete y de otras dos casas pero no se puede decir que tuviera un gran patrimonio".José Luis Zaragoza, casado y con dos hijas, llevaba tres años jubilado. Su carrera como químico concluyó en la factoria de pinturas y tintes de la multinacional BASF, ubicada en Guadalajara. En la fábrica ocupaba un cargo directivo. También se encargaba del control del laboratorio y de la calidad de los tintes.

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En las instalaciones de Guadalajara, sus antiguos compañeros de trabajo estaban ayer abatidos y tristes. Se asombraban al conocer el turbio desenlace sufrido por su antiguo jefe. "Con nosotros llevaba 30 años y siempre demostró una gran profesionalidad", explicaron los empleados. "Todos creíamos que no tenía mucho dinero y nadie pensaba que podían pedir un rescate importante para liberarle", dijo otro amigo. "Sí sabíamos que sus padres tenían una tienda de Ultramarinos", añadió.

El químico dejó una huella imborrable en la empresa. "Aquí entró cuando dependía de Urruzuola, siguió al cambiarse en Gasurit y BASF", indicó uno de los directivos de la fábrica de Guadalajara. "Entre nosotros gozaba de un gran prestigio. Alguien que incluso después de jubilarse, nos visitaba". Otro de sus compañeros señaló: "Riguroso y muy serio". José Luis Zaragoza del Río, de 65 años, nació en Zaragoza en el verano de 1931. Allí pasó su infancia. Al tiempo que trabajaba en la tienda de sus padres inició sus estudios de química. Cuando tenía 26 años entró en la empresa Urruzola donde acabó como directivo.

Según sus amigos, Zaragoza es un hombre emprendedor, amante de la naturaleza, y sobre todo muy casero. "Cordial y muy respetuoso con los demás", indicaba ayer un vecino de la urbanización de Santo Domingo de Algete, donde residía. "Era un amante de la lectura y nadie le conocía ningún problema", continuó, "y todo lo que ganaba lo invertía en su casa, que cuidaba mucho".

El chalé de la familia permaneció ayer todo el día cerrado. La mujer de José Luis se encuentra esta semana en Tenerife, donde vive una de sus dos hijas. Ahora vive en Logroño con su familia. Su otra hija, María Luisa, no acudió ayer en todo el día al chalé de Algete. Esta vivienda, según los vecinos, se encuentra en venta.

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El alcalde de Algete, Carlos Torquemada, del Partido Popular, manifestó a Efe que "la desaparición de José Luis y la posibilidad de que fuese secuestrado han sorprendido a todos los vecinos". El regidor añadió: "Era un hombre normal, que no se metía con nadie, que llevaba una vida tranquila y que tenía ya una edad avanzada como para que hubieran querido secuestrarle".

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