Cuatro perras matan a un joven que pretendía robar un cachorro

Carlos Parra Robles, de 26 años, murió el sábado por la noche, desangrado, en Vila-seca (Tarragona) tras sufrir las mordeduras de cuatro perras guardianes de la empresa Gracicar, un taller de reparación y venta de vehículos. Parra fue atacado por los animales cuando, tras saltar la valla metálica, intentó llevarse a uno de los cachorros de la jauría, compuesta por tres hembras de pastor alemán y una de doberman.

De acuerdo con la versión de la Guardia Civil, todo apunta a que Parra, que tenía antecedentes por pequeñas sustracciones, se introdujo en el recinto con el propósito de cometer un robo y confiando en que los perros no le atacarían, ya que le conocían porque había trabajado en Gracicar. Sin embargo, una vez dentro, decidió llevarse un cachorro para venderlo. Las cuatro perras defendieron a la cría y le atacaron a dentelladas.

Pese a las graves mordeduras, el joven pudo volver a saltar la valla y salir de la empresa. A las siete de la mañana del domingo fue encontrado, desangrándose, por una patrulla de la policía de Vila-leca en el exterior de Gracicar y con el cachorro junto a él. Trasladado inmediatamente al hospital Joan XXIII, de Tarragona, murió poco después.