El liberal Yavlinski ve poco probable su alianza electoral con Yeltsin

El economista y candidato liberal a la presidencia de Rusia Grigori Yavlinski dio claramente a entender ayer que es poco probable su alianza con el actual jefe del Estado, Borís Yeltsin -que lucha por ser reelegido en los cornicios del 16 de junio-, ya que para ello éste debería cambiar radicalmente su política y desembarazarse de la mayoría de su colaboradores. Sin embargo, otros dirigentes del partido de Yavlinski insinúan que las circunstancias pueden obligarles a pactar con el actual presidente ruso.

"¿Cuál es la probabilidad de que YeItsin destituya a todos los que ahora ocupan puestos de responsabilidad? ¿Cuál es la probabilidad de que Yeltsin cambie toda su actual política, de que reconozca que ha cometido graves errores? Pues bien, esa misma es la probabilidad de mi alianza con él", declaró YavIinski en San Petersburgo, donde ayer dio a conocer su programa electoral. Momentos antes, el líder del movimiento reformista Yáblolko había dicho que Yeltsin no puede contar con su apoyo, ya que "se aleja cada vez más de la democracia y niega valores como el derecho de toda persona a la vida y la libertad".El sábado, Yeltsin había manisfestado en Astracán que confiaba en que Yavlinski, el general Alexandr Lébed y el socialdemócrata Sviatosláv Fiódorov se aliasen con él y le apoyasen en las próximas elecciones.

El diputado VIadímir Lukín, otro dirigente de Yábloko y ex embajador ruso en EE UU, declaró que su movimiento tiene un programa máximo y uno mínimo. El máximo es ganar las elecciones, y el mínimo, no permitir que lleguen al poder los comunistas. "Si la victoria se convierte para nosotros en un objetivo no realista, entonces buscaremos otros objetivo?, dijo.

Unión de fuerzas

Elena Mizúlina, representante de Yábloko en el grupo de iniciativa para crear una coalición de las fuerzas reformistas rusas, dijo, por su parte, que "el candidato más real" de la potencial coalición es Borís Yeltsin. Según Mizúlina, Yavlinski "comprende que sin unión de fuerzas ningún candidato demócrata puede vencer" en los comicios de junio. Y aunque el líder de Yábloko no la prometido renunciar a su candidatura, ella no descarta que lo haga en las próximas semanas.

Mientras tanto, las operaciones bélicas en Chechenia están cobrando nueva fuerza en los últimos días, haciendo muy problemática la visita que el presidente Yeltsin pretende realizar a esa república norcaucásica rebelde. Los militares reanudaron ayer los bombardeos contra el poblado montañés de Bamut, plaza fuerte guerrillera al suroeste de Grozni, y por tercer día consecutivo los helicópteros rusos dispararon contra Urús-Martán, algo que nadie puede explicar, ya que esta localidad siempre ha sido leal al Gobierno prorruso de Grozni.

El Parlamento local -compuesto por los diputados chechenos elegidos en 1990 al Sóviet Supremo de la entonces república de Checheno-Ingushetia, que se autodisolvió en septiembre del año siguiente- resolvió, ayer que las elecciones legislativas se celebrarán el 16 de junio, es decir, el mismo día de los comicios presidenciales rusos.