Ganaron los demás

Con el pitido final se vivieron escenas que a muchos les pusieron la carne de gallina: Javi López, llorando y aplaudiendo a la grada; varios jugadores de los dos equipos gritando de rabia; el portero del Toledo, De la Fuente, tumbado en el césped, destrozado; las dos aficiones coreando los nombres de su equipo; un jugador del Toledo, sollozando, se retiraba arrastrándose debido a una lesión... Todos eran conscientes de lo que habían perdido. La posibilidad de jugar la promoción a Primera se les escapaba a ambos con el empate. Era el único resultado que no les valía. Pero fue el que se produjo. Ayer, en el Municipal de Leganés, ganaron los que no jugaron (Badajoz, Alavés y Extremadura), los rivales de Leganés y Toledo por la promoción. El resultado era tan pobre para ambos, que incluso un aficionado local propuso en el tramo final que si no ganaba su equipo, que por lo menos lo hiciese el Toledo, porque el empate, ni verlo.El juego fue tenso, precipitado, opaco, nervioso, subterráneo y poco brillante. Losantos Omar decidió realizar un arbitraje muy british, dejó jugar, evitando pitar cada contacto (si lo hubiese hecho el juego hubiese sido casi inexistente), pero la grada no le entendió. Siempre poniendo de ejemplo a los colegiados británicos y cuando alguien se decide a pitar de aquel modo, se lleva a casa un saco de insultos.

El Leganés tuvo el mismo rival que en los dos últimos meses de competición: la obcecación de sus jugadores más talentosos por hacer las cosas en solitario. Hablando el plata: mucho chupón y poca generosidad. Desde que el Lega se puso en puestos de ascenso y promoción, sus jugadores más capacitados para el regate, aquellos que antes hacían el quiebro necesario para luego ofrecer el balón al compañero mejor colocado, han ido optando por driblar hasta al árbitro. El reto era muy tentador: meter a este equipo tan modesto en Primera con gol de bandera.

Ayer le pasó a Paquito (al que más), a Javi López, a Melgar y a Miguel Ángel. Entre los dos empachos de Paquito y los otros de sus compañeros, el Lega firmó cinco claras ocasiones de gol que terminaron en nada por el afán de protagonismos de estos jugadores. El Toledo no tuvo tantas (con el oficio que tiene este equipo, seguro que hubiese aprovechado alguna), poseyó más tiempo el balón, pero dejó espacios al Leganés para el contraataque. El final fue intensísimo. Dos jugadores expulsados (uno por cada equipo), Javi López que cae dentro del área, Urban que tira pegado al poste, Víctor que casi culmina una jugada personal..., y el empate final, que deja a los dos conjuntos con mínimas posibilidades de meterse en promoción.