Desperdicios para cenar

Aviso para desorientados: la noche temática de hoy en La 2 (22.05) no está dedicada a la cultura basura, cada día más en alza, ni a las relaciones artísticas entre la creatividad y los desperdicios. La basura de esta noche es pura y dura, y sólo pretende hacer reflexionar de manera amena al espectador sobre sus relaciones con el material desechable que el planeta Tierra fabrica a una velocidad de vértigo. La única concesión al arte es la emisión de la película finlandesa Sombras en el paraíso, de Aki Kaurismaki, caballero que junto a su hermano Mika constituye, casi exclusivamente, la industria cinematográfica de su país.Finlandia vuelve a estar presente en uno de los cinco documentales alemanes que componen el grueso de la velada, de casi el doble de duración de lo habitual. Se trata de Los cubos de basura de Europa, en el que se comparan los tratamientos de la porquería en cuatro países: la ya citada Finlandia, Rusia, Bélgica y España. Cada uno tiene sus intríngulis: en Finlandia, la escasa densidad de población; en Rusia, la persistente hambruna y las dificultades de abastecimiento; en Bélgica, los residuos tóxicos de otras naciones; en España, el ejemplo madrileño de resistencia a la inmundicia.

Un negocio de oro expone las posibilidades que ofrece la basura para enriquecerse. Unas son legales (el tratamiento de residuos recibe ayudas estatales) y otras no tanto (exportar de matute esos residuos), pero todas ellas demuestran que uno se puede ganar muy bien la vida con aquello que los demás tiran.

En ¿Te acuerdas cuando despilfarrábamos?, el segmento más entrañable a nivel humano de toda la propuesta, ancianos de entre 60 y 90 años rememoran los tiempos en que no había casi basura porque nadie tiraba nada. Aunque los testigos sean alemanes, a sus coetáneos españoles no les será difícil ponerse en su lugar y recordar la posguerra, cuando los cubos de la basura cumplían una función casi ornamental.

Los dos últimos documentales del lote muestran una seriedad germánica y un rigor admirables, tal vez demasiado. Una solución para los residuos alecciona sobre la mejor manera de enfrentarse dignamente a la basura, y Los circuitos del reciclaje carga contra el plástico como material socialmente incorrecto que, a diferencia del vidrio o del papel, se muestra renuente al reciclaje.

Seguro que muchos componentes de la inmensa minoría que sigue los programas de Arte agradezcan este largo y exhaustivo análisis sobre uno de los aspectos más preocupantes de la imparable degradación del planeta. Pero es probable también que a otros les resulte algo aburrido, por lo largo. Pero, ya se sabe, se aprieta el botón del mando en cuanto el tedio asoma, y tan contentos.