Los jefes de Izquierda Unida y del Partido Popular desbaratan el acuerdo sobre una dieta "fija y digna"

Los portavoces parlamentarios avanzaron el lunes un metro, sus jefes políticos retrocedieron ayer un kilómetro. El acuerdo expresado el lunes delante de dos grabadoras y tres periodistas por los portavoces de IU, Juan Antonio Candil; PP, Manuel Cobo; y el diputado socialista, Juan Antonio Ruiz, sobre la necesidad de ampliar las dietas que cobran los 103 diputados ya no sirve.Ángel Pérez, presidente del grupo de IU y coordinador regional, rectificó ayer y envió una "nota de prensa" donde "desmentía formalmente" las informaciones que recogían el acuerdo (véase El PAÍS de ayer). En esas informaciones se incluían las declaraciones textuales grabadas a los tres parlamentarios.

La coalición aclaró que aún no ha fijado ningún criterio acerca de la cuantía ni de la forma de distribución de las retribuciones. Candil tampoco habló un día antes del nuevo sueldo. Sólo defendió la necesidad de aumentar las dietas.

Fue Cobo (PP) quien propuso una fórmula salarial mixta: diputados con dedicación exclusiva y una dieta de 300.000 pesetas (ahora se acercan a 150.000) y diputados con trabajo privado y una dieta muy inferior.

El otro diputado que se opone a la dieta "fija y digna" -según la definición de los portavoces parlamentarios- es Alberto Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad. En Leganés se mostró contrario a que los cambios en el modo de percibir las asignaciones económicas de los diputados supongan "aumentos cuantiosos" de los sueldos, informa Ana Roldán. Recordó que se deberán tener en cuenta los criterios de austeridad y de contención del gasto público que el PP dice defender en la Comunidad "Nos lo tenemos que aplicar en el Ejecutivo, pero también hay que hacerlo en el legislativo".

El presidente regional considera razonable que la Mesa de la Asamblea decida cuál es el mejor sistema de retribuciones para introducir criterios de racionalidad. Aunque limita la libertad de este órgano al anunciar que no habrá modificaciones en el presupuesto, lo que impide subir las dietas.

Los diputados regionales no tienen salario fijo. Sus ingresos anuales medios suponen menos de la mitad del salario fijo que ingresan los concejales de Madrid.