Un independiente de confianza de UCD y del PSOE

La sorpresa de la candidatura de Eduardo Serra para el Ministerio de Defensa era comentada aún ayer con enorme incredulidad en las filas del propio partido, pero fuentes de la dirección confirmaron que ocupará la cartera.

El candidato de casi todas las quinielas, Rafael Arias Salgado, al que José María Aznar quiere tener en el Consejo de Ministros, ha debido ser reubicado como sucesor de Borrell en el ministerio con mayor capacidad de inversión, Fomento, equivalente a Obras Públicas sin Medio Ambiente.

Eduardo Serra, madrileño, de 49 años, será un caso excepcional. Habrá ocupado cargos de gran confianza política sucesivamente en Gobiernos de UCD, el PSOE y el PP. En noviembre de 1981 fue nombrado por el ministro Alberto Oliart subsecretario de Defensa, encargado de contrataciones y suministros, con Leopoldo Calvo Sotelo en la presidencia del Gobierno.

Eduardo Serra fue confirmado tras la victoria electoral de Felipe González, con Narcís Serra al frente del ministerio, y en febrero de 1984 ascendido a secretario de Estado de la misma área. En la actualidad es presidente de Airtel, el segundo operador de telefonía móvil.

Preside también el INCIPE (Instituto de Cuestiones Internacionales y Política Exterior), en el que Aznar explicó los grandes ejes de su política internacional en la precampaña electoral, y es vicepresidente de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, a cuyo frente estuvo hasta su fallecimiento el capitán general Manuel Gutiérrez Mellado. La presidencia de honor de esta fundación la desempeña la reina doña Sofía.

Audiencia real

La candidatura de Serra, que no había figurado en una sola quiniela, surgió el martes por la mañana. El día anterior, a las nueve de la noche, Aznar había sido recibido en audiencia en La Zarzuela por el rey Juan Carlos, encuentro del que el PP no informó con antelación.Narcís Serra dedicó ayer el que seguramente es el primer elogio de su vida política a Aznar, condicionado al nombramiento de su homónimo. "Decisión inteligente", declaró: "Aznar no se equivocaría".

El nombramiento de una persona de consenso como Eduardo Serra, en cambio, no va acompañado de otros gestos por parte del futuro presidente del Gobierno. Aznar no ha acudido a La Moncloa a una comida con su esposa, Ana Botella, a la que fue invitado por Felipe González y Carmen Romero.

El matrimonio González hizo la invitación siguiendo el ejemplo de Leopoldo Calvo Sotelo y su esposa cuando el último presidente del Gobierno de UCD abandonó La Moncloa. Aznar informó de la invitación a la ejecutiva de su partido, pero ha dejado pasar el tiempo sin ponerle fecha hasta que los plazos se han agotado.