GEA reanudará mañana la normalidad laboral tras tres semanas de huelga

Los trabajadores del Grupo de Empresas Alvarez (GEA) decidieron ayer aceptar un acuerdo alcanzado el lunes en las negociaciones desarrolladas en la Xunta de Galicia y reanudar la normalidad laboral a partir de mañana. El acuerdo contempla la canalización de diversas ayudas oficiales por un monto global de 1.050 millones de pesetas y la contratación de un gerente con plenos poderes para la gestión del grupo cerámico durante los seis meses, en los que ,deberá quedar programada su reestructuración definitiva.Los sindicatos dedicaron todo el día de ayer a estudiar las posibilidades del acuerdo suscrito en Santiago por todas las partes implicadas en la crisis. Su aceptación y la de la propia asamblea puso fin a tres semanas de huelga, dos de encierro en el Ayuntamiento de Vigo y nueve días de huelga de hambre de tres de los encerrados.

Las ayudas financieras acordadas se concretan en avales para cubrir líneas de descuento de papel, recibos, facturas, pagarés, que gestione la empresa ante los bancos en un periodo único y no renovable de seis meses, hasta un máximo de 720 millones de pesetas y, por otra parte, una partida de 350 millones para abonar una nómina y - complementar con 35 millones cada una de las restantes mensualidades hasta septiembre. En estos momentos, la deuda salarial de GEA supera los 1.300 millones de pesetas, por 11 mensualidades, en un pasivo superior a los 13.000 millones.

Por otra parte, continúa con su dinámica de denuncias judiciales el grupo de trabajadores desmarcado de las directrices sindicales. Ayer formalizaron sendas demandas ante la Fiscalía de Pontevedra y la Inspección de Trabajo por no hacer efectivos la empresa los salarios que la Seguridad Social canaliza a los empleados en baja laboral transitoria. Las tres demandas anteriores ante el fiscal consignaron la "desaparición" de la contabilidad de grupo Álvarez de 850 millones de pesetas.

A su vez, el consejero de Industria, Antonio Coticeiro, viajará el viernes a Bruselas para tratar de desbloquear un aval de 2.500 millones facilitado por la Xunta a GEA y paralizado en la comisaría de la Competencia. Este aval se ha convertido en la pieza clave del plan de viabilidad del grupo.