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"Sólo nos pueden juzgar los ciudadanos"

Gustavo Villapalos, consejero de Educación y Cultura, tardó meses en encontrar a la persona que quería poner al frente del Centro de Estudios y Actividades Culturales (CEYAC), organismo desde el que se promueve la política cultural de la Comunidad de Madrid. El pasado noviembre se decidió por Rosa Basante, una farmacéutica de 51 años, nacida en Cacabelos (El Bierzo), con un brillante currículo profesional y con la que trabajó en el rectorado de la Universidad Complutense.Como criterios principales a la hora de abordar su gestión, Basante se sitúa una y otra vez en dos que considera imprescindibles: "Calidad y pluralidad; pero los programas no son buenos ni malos hasta que no son juzgados por los ciudadanos con su aceptación, participación y valoración".

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Para hablar del Festival de Otoño remite a Tomás Marco, el actual director. Si se le pregunta por los cambios o reestructuraciones que tiene previsto abordar para el CEYAC, dice estar esperando los resultados de un control de calidad de servicios. Para saber qué proyecto con vocación de estabilidad acaricia para la cultura madrileña, la respuesta la deja para una próxima entrevista. Sobre las cuentas de su departamento, dice que se ha hecho una auditoría de gestión, y afirma: "Personalmente aún no conozco los resultados". Sobre el teatro considerado buque insignia de la CAM, el Albéniz, se limita a decir que está cerrada la programación, de la que se muestra orgullosa. Acerca de la más que rumoreada intención del PP de eliminar o transformar en otro organismo el Ministerio de Cultura sólo señala: "Entiendo que si consideran que eso es lo mejor para nuestro país, será lo más conveniente".

En la Red de Teatros de la Comunidad de Madrid afirma dejar libertad, "siempre con los criterios de calidad y pluralidad", a aquellas personas que están al frente de los diferentes centros escénicos. Para el asesor de teatro del CEYAC, el autor Juan José Alonso Millán, sólo tiene elogios, y acerca de las 24 personas de las que ha prescindido en su departamento sólo señala que sus contratos se acabaron, no se rescindieron, y que no eran susceptibles de renovación.

Si la pregunta se refiere a que hace dos meses fue a ver Ubú, president, montaje de Els Joglars en el que se caricaturiza y parodia a Jordi Pujol, y a la salida dijo que le encantaba el espectáculo, ahora matiza: "No hice ninguna declaración, voy mucho al teatro, y ellos son una buena compañía". Si se la lleva contra las cuerdas para interrogarla -varias veces- sobre si le gustó el argumento, responde imperterrita: "El actor me parece soberbio", o "el teatro catalán está gustando mucho en Madrid".

Rosa Basante acaba de cumplir 51 años, y su despacho tiene aromas de camerino de vedette, por aquello de que sus amigos y colaboradores la han felicitado llenándolo de flores.. Eso y las plantas que ella se trajo del rectorado dan un aire vital y colorista a su lugar de trabajo, algo que rompe con lo tradicional de su despacho.

Lo suyo debe de ser apego por el contraste, porque algo similar pasa con su imagen. De cuello para arriba ofrece un look que retrotrae al pasado: moño cardado, perlitas como pendientes, maquillaje con raya azulona sobre los párpados, pañuelo de estampado de los sesenta.

De cuello para abajo es toda una moderna instalada en el siglo XXI, con cazadora de cuero rojo pasión, pulsera de muchísimo diseño, reloj marcadamente sport, falda que al sentarse se convierte en creación Mary Quant, medias de blonda negra de sugerente dibujo y zapatos de firma admirada por los más innovadores estilistas.

Su carácter tolerante asoma tras una cajetilla de tabaco que hay sobre su mesa, para ofrecer, a pesar de no ser fumadora. Su afición por fusionar sus conocimientos culturales y farmacéuticos se pone de relieve cuando recita a su colega León Felipe y para ello elige un poema que para ella casi tiene el valor de bandera: "Sólo voy con las riendas tensas y refrenando el vuelo, / porque no es lo que importa llegar solos ni pronto, / sino con todos y a tiempo".

Cuando se le pregunta el porqué de los temores de las gentes de la cultura a la llegada del PP (partido al que no pertenece, pero que reconoce haber votado), Basante deja claro que no es ella quien tiene que valorar ese fenómeno: "Lo mejor es predicar con los hechos, y el Gobierno de Ruiz-Gallardón ha desmentido con realidades esos temores, es visible el apoyo a una cultura de calidad y la pluralidad ha sido el' denominador común de las actuaciones en materia de cultura.... los hechos están ahí".

Basante piensa que ya ha llegado la etapa en la que gentes de la cultura empiezan a pronunciarse en otro sentido: "Su discurso está cambiando, ahora lo inician con un 'pues pensábamos que...'; no hay motivo de temores, el tiempo se está encargando de dar la razón".

Su "nunca" es rotundo cuando contesta si alguna vez ha recibido indicaciones o sugerencias a la hora de mirar el color político de aquellas personas o grupos a los que el CEYAC va a apoyar: "Tengo la gran suerte de que las personas que me las podrían dar no son así, y en última instancia tampoco obedecería ese tipo de instrucciones; creo en los seres humanos libres".

Miembro correspondiente de la Real Academia de Farmacia y socio de honor de la Asociación Española de Farmacéuticos de Artes y Letras, Basante tiene dos aficiones notorias: los toros -en el tendido 3- y la música. No oculta sus vicios, que califica de "muchísimos", aunque éstos son tan benévolos como atiborrarse de bombones.

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