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Entrevista:

"La selva es un fractal que evoluciona hacia su estado crítico"

Un grano de arena añadido a un montón puede provocar un alud de tamaño similar al propio montón; la caída de un árbol en la selva tropical, un claro que propicie un cambio de la biodiversidad; una pequeña tensión en una placa continental, dar lugar a un terremoto, y una fluctuación económica, provocar un crash en la Bolsa. Todos estos fenómenos escapan a la lógica de la física determinista tradicional. Para tratar de explicarlos, físicos y matemáticos han desarrollado la teoría de la complejidad. Per Bak, investigador del National Brookhaven Laboratory, de Nueva York, uno de sus impulsores, ha participado en Barcelona en unas jornadas sobre complejidad organizadas por la Universidad Politécnica de Cataluña.Pregunta. ¿Qué pretende la teoría de la complejidad?

Respuesta. Explicar las propiedades generales de un sistema formado por muchos elementos que interaccionan entre ellos: los sistemas complejos.

P. ¿Al hablar de elementos se refiere a cuestiones abstractas o a objetos concretos?

R. La teoría es aplicable sobre cualquier tipo de objeto y sistema, como la economía, la biología o la sociedad. Lo que intenta es explicar cosas reales que se dan en la naturaleza y que pueden ser de tanta complejidad como los terremotos o la extinción masiva de especies. Son fenómenos que las teorías clásicas no han logrado explicar suficientemente.

P. ¿Sugiere, que las teorías que se han venido aplicando para explicar estos fenómenos van a perder su razón de ser?

R. La propuesta que se hace es que el origen de estos fenómenos procede de una dinámica interna compuesta de pequeños acontecimientos que, sumados, determinan el comportamiento final.

P. ¿Cómo explica la teoría un terremoto o extinciones masivas de especies?

R. Lo explicaré con un modelo más simple. Si dejamos caer lenta mente granos de arena se forma un montón y llega un momento en que se marca una pendiente crítica a partir de la cual los granos resbalan. Si añadimos granos, arrastran unos pocos. Pero de cuando en cuando, un solo grano es capaz de provocar un alud. Este tipo de dinámicas se denominan estados críticos, y los sistemas tienden espontáneamente a ellos. En biología, por definición, se da una constante generación de especies en el tiempo. Pero el sistema no tolera cualquier cosa: se aproxima a su estado crítico y, sin perturbaciones externas, provoca la extinción de una especie o de varias.

P. ¿La teoría es un modelo e predicción?

R. No, sólo explica el comportamiento del sistema. Algunos modelos desarrollados, como el del tráfico, muestran este comportamiento: si se acerca a su punto crítico, la frontera del, caos, vemos que ésa es la forma más eficaz para alcanzar el máximo flujo de automóviles. Ello parece, a simple vista, que no es correcto, pues cabría pensar que con el máximo orden es cuando se obtiene el máximo flujo. Estas situaciones, que emergen del propio sistema, no son previsibles.

P. ¿Qué aplicabilidad hay en la teoría?

R. La teoría no es directamente aplicable, puesto que todavía se está construyendo. Lo importante es entender los. fenómenos. Se han analizado ya objetos reales, como la selva tropical de Panamá, y se ha visto que es un fractal que evoluciona hacia su estado crítico. En ese estado, lo que se obtiene es la máxima diversidad posible de especies y sugiere que si el sistema, por algún fenómeno externo, se viera alterado, la biodiversidad se vería afectada inmediatamente.

P. ¿En qué trabaja ahora?.

R. Estoy desarrollando un modelo sobre el comportamiento del cerebro para determinar si en los puntos críticos la transferencia de información es óptima. Que el cerebro tenga particularidades de orden y de desorden sugiere que el sistema podría estar en estado crítico, en la frontera entre el orden y el desorden. Para almacenar información se necesita orden, pero para transmitirla se debe manipular; por tanto, desorden. Justo en la frontera.

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