Berlusconi recalca el "comunismo" del Olivo en el último debate con su líder, Romano Prodi

"Compañeros de viaje" fue la palabra recurrente que Silvio Berlusconi empleó ayer durante la hora y tres cuartos de debate televisivo que mantuvo con su rival, Romano Prodi, en la jornada final de la campaña para las elecciones generales que el próximo domingo se celebrarán en Italia. Esos obsesivos "compañeros" son los demás socios del Olivo, que hacen de: Prodi un "rehén" empeñado en "desviar" el voto católico hacia el campo de los "comunistas".

Prodi buscó, en cambio, presentar al Olivo como la fuerza de la conciliación y de la reconstrucción de Italia. Es probable que el mensaje de Berlusconi llegara con más claridad, debido a la insistencia. Pero para el alto porcentaje de indecisos que todavía dan los sondeos, el debate final de la campaña ofreció, sobre todo, tedio a raudales y escasos incentivos capaces de orientar el voto en una dirección u otra.Ayer, el líder del Polo de la Libertad jugaba en casa. El debate final se grabó en Telecinque, una de las tres cadenas que posee Berlusconi, mientras el resto del centro derecha celebraba el cierre de la campaña en la céntrica plaza Navona, en Roma.

El moderador, Enrico Mentana, uno de las figuras de la Fininvest, con fama de simpatizar con la izquierda, trató con equilibrio a los contendientes, aunque evitó introducir temas, como el de la justicia, incómodos para el propietario de la empresa. Tampoco Prodi hizo nada por sacarlo, del mismo modo que no insistió en las diferencias entre Gianfranco Fini y Berlusconi, cuando éste dijo que el Olivo es un cúmulo de fuerzas contrapuestas, ni presentó a su rival como rehén de los fascistas, cuando éste retrató a Prodi como caballo de Troya de los comunistas.

El debate versó especialmente sobre la política económica y fiscal, con principal atención a los problemas del Sur subdesarrollado, al paro y a la juventud desorientada. En todos ellos encontró Berlusconi motivo para destacar que Prodi representa a una izquierda que, según el líder del Polo, contribuyó decisivamente a generar la enorme deuda pública de la que derivan todos los demás males de Italia.

Berlusconi dije, que, cuando en una familia hay quien trabaja, quien derrocha y zanganea y quien no encuentra trabajo, no se maltrata al primero con impuestos, sino que se corrige y ayuda a los demás. Prodi le replicó que el Olivo es la fuerza que armoniza a todos en lugar de dividirlos, y que crea "el fermento" necesario para reconstruir la familia.