Asesinado en México un alto cargo de la fiscalía vinculado al 'caso Colosio'

Arturo Ochoa murió acribillado ayer cuando hacía ejercicio en un centro deportivo en Tijuana. Un desconocido le pegó cuatro tiros, según la versión oficial. Ochoa, delegado de la Procuraduría General de la República de México (Fiscalía del Estado) cuando se produjo el asesinato de Luis Donaldo Colosio en marzo de 1994, permitió el interrogatorio ilegal a Mario Aburto, asesino confeso del candidato del Partido Revolucionario Internacional (PRI), y la puesta en libertad de un sospechoso. Ambas actuaciones fueron muy criticadas en su día por sectores de la oposición. El gobernador de Baja California negó cualquier relación del crimen con la muerte de Colosio o el narcotráfico.El asesino huyó del lugar tras disparar a corta distancia con una pistola del calibre 45 contra Ochoa, cuyo cadáver presentaba un total de siete orificios de entrada y salida, según los investigadores. Por el momento, el asesino no ha sido localizado; se desconoce su identidad, así como sus motivos. Algunas de las personas que presenciaron el crimen declararon a la Policía Judicial del Estado, que investiga el caso, que ya habían visto por allí al homicida hace cuatro o cinco días junto a otro hombre, también desconocido. Fuentes policiales informaron que tenían previsto tomar declaración al resto de los testigos para tratar de identificar a los asesinos.

Tras oír los disparos y los gritos de "agárralo, agárralo" que proferían varios testigos, el socorrista de la piscina situada en las instalaciones deportivas emprendió la persecución del asesino. Este saltó la verja del recinto, y al percatarse de que era seguido le apuntó con la pistola, por lo que el socorrista desistió en su empeño.