SÓLO TEMPESTAD DE HORMONAS

La revista de los padres paulinos, Famiglia Oggi, afirma que la masturbación juvenil no es pecado, sino producto de una natural necesidad de explorar el cuerpo que lleva a un mayor conocimiento de sí mismo. Y así, según la publicación religiosa, no habría que dar demasiada importancia a los otrora tocamientos impuros, porque, al parecer, el autoerotismo en edad imberbe responde a una tempestad de hormonas y ya no a una diabólica tentación contra el sexto mandamiento. Dos psicólogos, Aurellano Pacciolla y Maria Concetta Campana, invitan en Famiglia Oggi a los educadores parroquiales y a los padres a no exagerar cuando pillen a los niños en actitud de los de la felliniana Amarcord dentro del coche. Bien es cierto que algún prelado ha puntualizado, recordando el catecismo de 1992, que la masturbación es un acto intrínsecamente desordenado. Y se nos quita un gran peso de encima. Porque si los tocamientos ya no son impuros y el autoerotismo no es pecado; si ya uno no se llena de granos ni se queda ciego, anémico, sin médula espinal; si esto ya no es Sodoma y Gomorra, seguramente no se masturbará nadie. La cosa puede perder todo el interés que provoca el riesgo.-