El Barca se parapeta en el Camp Nou

Las secuelas dolorosas por la Pérdida de la Copa y el sufrimiento por la última jornada de la Liga presentan la Copa de la UEFA como la niña bonita de la trilogía azulgrana (Camp Nou, 21.00, TVE-1 y TV-3). Pese a que no hay acto de confesión que valga para redimirse de los pecados ya cometidos ni carta astral capaz de adivinar qué pasará en el duelo español con el Atlético, el acceso a la final continental supondría ganarse la indulgencia al menos por lo que queda de mes y, si los pronósticos no fallan (la otra semifinal enfrenta al Girondins de Burdeos y al Slavia Praga, con ventaja francesa de 0-1), quizá hasta final de curso.El objetivo del grupo de Cruyff se adivina dificultoso pese a que el marcador bendice de momento su clasificación. por el valor doble de los goles en campo contrario: 2-2. No sólo por el porte ya fatigoso del propio equipo sino por el carácter altivo con el que aterrizó el contrincante, el Bayern Múnich, un colectivo con aire de museo ambulante por la presencia de grandes ex campeones como Franz Beckenbauer, quizá el único presidente con el que Cruyff se dignaría ir a comer para hablar de fútbol. Los alemanes cuentan sus partidos en campo ajeno por victorias (les metieron cinco al Lokoinotiv Moscú y al Nottingham Forest, dos al Raith Rovers escocés y tres al Benfica) y se sienten ya maduros para regresar a la nobleza futbolística europea tras dos décadas de abstinencia. Nada mejor que ganar en el Camp Nou en un partido de máxima audiencia para obtener el reconocimiento internacional.

El factor campo es precisamente el mejor aval del Barca. El equipo de Cruyff no ha perdido ni un sólo partido este curso en su feudo (sus únicas derrotas sobre 52 encuentros disputados se ciñen a cinco salidas ligueras y a la final de Copa del Rey); ha completado una UEFA inmaculada en contraste con su mal final en la Copa y sus altibajos en la Liga.

Necesita más que nunca el equipo azulgrana la presión del campo sobre el adversario -así lo reclaman unos jugadores que se sienten menospreciados- y sobre el árbitro -lo repite Cruyff-, pues van con la lengua fuera por un esfuerzo incuantificable que cobra piezas decisivas a diario. Futbolistas del calibre de Guardiola, Celades y óscar no podrán jugar esta noche por lesión, y Nadal y Hagi andan renqueantes. Las bajas reducen la posibilidad de repetir el partido de Múnich: 2-2. El rondo es imposible si no hay quien cuente la sardana. El grupo ha perdido peloteros en beneficio de zagueros. Reducir el campo para evitar el contragolpe alemán es una cuestión delicada para Cruyff.

Hay un antecedente peligroso. Es la final de Copa frente al Atlético. El Barça neutralizó el juego a la contra del grupo de Antic. No supo, sin embargo, imponer su fútbol, se traicionó a sí mismo y acabó perdiendo el título. Cruyff ha advertido, en cualquier caso, que no piensa jugar al 0-0, que no renunciará al balón y que su equipo sólo mirará hacia adelante.

El Bayern buscará campo para correr y las faltas y córners para resolver. Y, para ello, confía en Klinsmann, un atacante muy experto en partidos de alto voltaje que suma 14 de los 25 tantos del equipo. El marcaje al delantero, muy bien resuelto en la ida por Popescu, se presenta tan decisivo como no perder el cuero en las zonas de gestación.

La duda de Matthaus y la posible reaparición de Strunz hipotecan la alineación alemana, mientras que en el Barça hay muchos pretendientes para una plaza: Jordi, Cuéllar o Iván de la Peña. El ritmo de venta de entradas asegura una gran afluencia de público. Y es que el Camp Nou elige hoy al finalista favorito para ganar la UEFA.

Alineaciones

Barcelona: Busquets; Ferrer, Nada¡, Abelardo; Popescu; Amor, Bakero, Sergi; Figo, Jordi y Hagi.

Bayern Múnich: Khan; Strunz o Babbel, Matthaus, Helmer; Sholl, Nerlinger, Sforza, Herzog, Ziege; Klinsmann y Papin.

Arbitro: Atanas Uzonov (Bulgada).