'Darwinidades'
Sigo las tertulias radiofónicas y compruebo cómo se cumple la teoría de la adaptación del hombre a su circunstancia en el marco de las circunstancias. Decía Darwin que la lucha por la existencia en el mundo orgánico dentro de un ambiente cambiante causaba alteraciones orgánicas que sólo permitían la supervivencia de los más aptos. Claro que el superviviente vencedor recibía la recompensa de poder transmitir a sus herederos las modificaciones orgánicas que le habían permitido la victoria. Así, aquel primate que impuso su hegemonía a los monos araña consiguió transmitir el código de su victoria a sus descendientes hasta llegar, por ejemplo, a don Federico Trillo, y lo cito porque ha sido el primer aznarita con cargo.¿Qué va a ocurrir con los tertulianos o con nosotros los columnistas? Han desaparecido las obsesiones que alumbraron nuestra lucha por la vida después del 92 y puede ser angustiosa la expectativa de que el PP no haga capulladas notables hasta después del verano. Mientras tanto ¿qué? Hemos quemado en dos semanas el filón de la inmersión lingüística del PP y me temo que Aznar emplee la táctica del Las Palmas cuando estaba en Primera División. Jugaba al fútbol tan aburridamente que ganaba todos los partidos debido a la roncadora somnolencia de sus antagonistas. Las portadas de los semanarios políticos han emigrado a la galaxia del interés humano y han recuperado temas de la vida cotidiana a la espera de que vuelva la política de cintura para abajo. Tal vez sea ése el camino, tertulianos, columnistas, amigos todos. Comentar lo caro que está el litro de gasolina loca o qué mala leche tuvieron las vacas al perder la guerra de las especies y la oportunidad de ordeñar a los vaqueros tras cebarlos con pienso de harina de ovejero.
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