Francia quiere acabar con el excesivo enciclopedismo de su enseñanza
Los expertos piden que se parta de la desigualdad intelectual
El sistema educativo francés debe cambiarse de principio a fin. La comisión encargada por el presidente Jacques Chirac de analizar el estado de la educación en Francia opina, según el primer borrador de sus trabajos, que hay que acabar con la "enseñanza enciclopédica", reconocer la desigualdad intelectual de los alumnos, acercar los institutos y las universidades al mundo empresarial y conceder una gran autonomía a cada centro docente. "Resultados, equidad y modernización" son los objetivos que propone.
El borrador redactado por la comisión dirigida por Roger Fauroux, publicado por Le Monde en su edición de hoy, señala que la enseñanza primaria padece "un exceso de enciclopedismo, como si la escuela marcara todavía el fin de la enseñanza obligatoria", y recomienda unos objetivos muy modestos para esa fase. El "equipaje de supervivencia" o "seis conocimientos primordiales" que, según la comisión, debe tener todo joven de 16 años, consiste en lo siguiente: dominio del idioma francés, dominio de la escritura a mano y sobre teclado, dominio de las cuatro operaciones aritméticas, la regla de tres y rudimentos de geometría, capacidad de organizar la información, aprendizaje de los valores republicanos, conocimiento del propio cuerpo y sensibilidad artística, y la "capacidad para situarse en el entorno temporal, espacial, social y económico".Los especialistas dirigidos por Fauroux opinan que, con esos rudimentos, el alumno podrá seguir aprendiendo durante toda su vida, sea cual sea su trayectoria. La fase educativa siguiente debería reconocer la "diversidad de las inteligencias" y desviar una parte de los alumnos hacia el aprendizaje de actividades manuales u oficios técnicos simples. Los otros, según la comisión, habrían de entrar ya en contacto con el centro universitario en el que desearan ingresar anos más tarde, para someterse a orientación y seguimiento.
Las universidades, dice el borrador, necesitan a su vez "un estatuto de autonomía" muy amplio, que permita, entre otras cosas, establecer "un principio de alternancia entre estudios universitarios y aprendizaje en la empresa" Todos los centros docentes deberían ser autónomos, según la comisión, y en los niveles primario y secundario el director de cada centro debería "disponer de la facultad de modificar según su criterio, hasta un 20%, los horarios y los programas". La comisión recomienda que los directores de escuela e instituto puedan también seleccionar personalmente a todo el personal a sus órdenes, sin interferencias ministeriales.
El ministro de Educación, François Bayrou, ha marcado ya distancias respecto a la comisión, temeroso de que un cambio radical sea mal aceptado por los sindicatos de enseñantes. Los sindicatos de estudiantes opinan, por su parte, que la Comisión Fauroux olvida los criterios de igualdad en beneficio de la selección, y que diseña un sistema educativo excesivamente orientado hacia el servicio de la empresa.
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