MISA O TELEVISIÓN
Celestino Villanueva García, párroco del concejo navarro de Aróstegui, ha decidido poner fin a 24 años de servicio religioso en el pueblo, que tiene 15 habitantes de derecho y se encuentra a 20 kilómetros de Pamplona, en protesta por la construcción de una caseta para la conducción de la señal de televisión por cable adosada a un muro de contención de la iglesia, entre dos contrafuertes. "Nunca imaginamos que pudiera producirse esta situación", ha declarado Belén Sainz Sierra, de 30 años, presidenta del concejo, quien ha denunciado la actitud del párroco, dado que cuatro vecinos mayores de 80 años carecen de medios para desplazarse a Eguaras, el pueblo en el que ahora se ofician los servicios religiosos. El párroco exige demoler la caseta, levantada en terrenos comunales del pueblo. El concejo asegura que no tiene dinero para construirla en otro lugar y en medio, los vecinos, que se han quedado sin oficio religioso alguno durante esta Semana Santa. Los 13,5 millones de presupuesto que costará llevar televisión por cable al pueblo serán sufragados íntegramente por el Gobierno navarro.-
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