Las cuentas del alcalde

¿Cómo se reparten 60.000 millones entre 178 pueblos sin que nadie se sienta menospreciado? Ése era el problema. Ayer, 135 alcaldes (faltaron 43) se reunieron en la Casa de América citados por la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Regional para darles la solución. Los del PP salieron satisfechos con el resultado, los de IU se quedaron algo escépticos y los del PSOE propusieron nuevos cálculos. El Plan Regional de Inversiones y Servicios (Prisma) obtuvo división de opiniones. Durante el gobierno de Joaquín Leguina, las inversiones se efectuaban a través de los planes cuatrienales. Los municipios enviaban a Madrid una lista con lo que deseaban. Luego, la consejería daba su visto bueno, rechazaba las peticiones o planteaba otras nuevas. Y se daban paradojas. María Luz Horga, del PP, alcaldesa de Collado Mediano (3.500 habitantes), lo recordó: "Pedimos cuatro cosas importantes. Al final nos dieron algo que no se había pedido: el alumbrado de unas calles del extrarradio. Nos quedamos algo extrañados, pero menos era nada".

Con el Prisma, el reparto de los fondos se efectuará de otra manera. Los Ayuntamientos determinarán sus prioridades y luego, dependiendo de unas variables (número de habitantes, renta o crecimiento estimado), se le asignará una cantidad. Los más. pequeños recibirán un mínimo de ocho millones, y los mayores, un máximo de 2.300. El alcalde de Los Molinos (2.800 habitantes), Ángel Araújo, del PP, se mostraba contento con los cálculos. "Con el anterior plan cuatrienal recibí 26 millones. Ahora, con los nuevos baremos, me llevaré un mínimo de 102 millones. ¡Este plan es muy bueno!".

Pero no todo es de color rosa. Los Ayuntamientos, según tamaño, tendrán que desembolsar un porcentaje de las obras. Un edil de Valdemaqueda (547 habitantes), el socialista Felipe Aguado, se quedó pensativo. "Antes, la Comunidad pagaba a los pueblos pequeños el 100% de las obras. Ahora tendremos que poner una parte [entre el 33% y el 5%]. Nos endeudaremos", comentaba preocupado el representante ole uno de los pocos pueblos de la región con beneficios. Los que no asistieron fueron los regidores socialistas de Alcorcón (144.850 habitantes), Móstoles (199.400), Getafe(144.600), Leganés (178.300), Fuenlabrada (160.500) y Parla (72.800). Consideran que el Prisma no garantiza el reequilibro territorial del sur. Con el Prisma les llegará menos dinero. Anunciaron que crearían un consejo de municipios que se encargará, entre otros objetivos, de llegar a acuerdos con la Comunidad. El alcalde de Bustarviejo (1.300 habitantes), Julio de Mateo, del PP, les respondió: "Los pueblos pequeños no aceptaremos grupos de presión. Lo que tienen que hacer es no cometer malversación de fondos [en referencia a Parla, que en diciembre desvió 566 millones de inversiones para pagar nóminas]". La reunión acabó con una rueda de prensa del consejero Carlos Mayor Oreja. Calificó el Prisma de "plan transparente". "Se acabaron los tiempos de regalar jamones en las consejerías a puerta cerrada", dijo. Los alcaldes no pudieron replicar: se habían marchado. Sólo quedaban periodistas.