Expulsión cruzada de diplomáticos turcos e iraníes por espionaje
Ankara Irán y Turquía anunciaron ayer la expulsión cruzada de diplomáticos, acusados, respectivamente, de espionaje y terrorismo, abriendo así una crisis en el preciso momento en que un alto responsable turco se encontraba en Teherán para tratar de desactivar la situación.Irán "ha pedido a Turquía que retire a cuatro de sus diplomáticos por actividades incompatibles con su estatuto", anunció el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Mahmud Mohammadi, evitando emplear la palabra "¿expulsión".
Los cuatro diplomáticos implicados fueron acusados el martes por un responsable de¡ Ministerio de Información (servicios secretos) de organizar varias redes de espionaje recientemente desmanteladas en Teherán y en el noroeste de Irán, junto a la frontera turca, donde la mayoría de la población es de origen turco azerí. Tres de ellos estaban destinados en esa región concretamente en los consulados turcos en Tabriz y Orumiyeh, y el cuarto fue presentado como "agregado político" en Teherán.
El Gobierno turco ha negado las acusaciones, y aseguró ayer que la decisión de Irán es una represalia a su exigencia de que retire de Ankara a cuatro de sus diplomáticos, acusados por la prensa. turca de estar implicados en la muerte de disidentes iraníes y actividades terroristas.
Las relaciones entre los dos países han sido razonablemente buenas en los últimos años, hasta que el mes pasado el radical turco Irfan Cagirici confesó a la policía que había recibido entrenamiento militar y político en Irán. La prensa turca informó que Cagirici admitió su participación en el secuestro y asesinato de los disidentes iraníes Alí Akbar Ghorbani y Abas Qolizade, en Estambul, en 1992, así como en la muerte del editor de periódicos Cetin Emec, también en Estambul, en 1990.
El embajador iraní en Ankara negó cualquier tipo de vinculación entre Teherán y el terrorista, y ayer su Gobierno desmintió las acusaciones según las cuales apoya a grupos integristas islámicos turcos.
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