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Colegio de Farmaceuticos amplía las guardias tras la guerra de las 24 horas

Vicente González Olaya

El Colegio de Farmacéuticos de Madrid contraataca. Si la licenciada Rosa María Lastra inició hace un mes la llamada guerra de las 24 horas al abrir de forma ininterrumpida su establecimiento del barrio de Salamanca, ahora el órgano profesional ha decidido aumentar un 45% el número de boticas de guardia en la capital: de las 22 actuales a 32 a partir de mayo. El colegio ha acordado también, con la aquiescencia de las organizaciones de consumidores OCU y UCE, que se mantengan abiertas hasta las 23.00 unas setenta boticas más en Madrid. Actualmente, las farmacias que no están de guardia cierran a las 20.00.Todavía no se ha tomado una decisión definitiva sobre los municipios de la periferia. Se estudia el número de establecimientos que ampliarán allí su horario, ya que sus características urbanas son diferentes a las de la capital.

Asimismo, el colegio ha acordado contratar un número telefónico gratuito (línea 900) para solventar las dudas de los usuarios. Este servicio informará sobre la ubicación de las boticas de urgencia más próximas al lugar desde donde llama. La última de las medidas que el colegio acordó ayer con las organizaciones de consumidores, según una nota oficial, hace referencia al tipo de carteles que indicarán a partir de ahora cómo encontrar los establecimientos de guardia. Se cambiarán los tradicionales carteles por pantallas electrónicas con planos de situación de las oficinas de farmacia más próximas.

La Asociación de Farmacéuticos en Paro, entidad que agrupa a los parados del sector y que aboga por la liberalización de la apertura de farmacias, se congratuló ayer por estas medidas. No obstante, dejó una pregunta en el aire. "Si ahora el colegio cambia el número de farmacias de guardia es porque no estaba correctamente planeado. ¿No decían que estaba todo bien y que el servicio de farmacias era el mejor de toda Europa?".

Rafael Urrialde, de la Unión de Consumidores de España (UCE), comentó ayer que el aumento del número de farmacias de guardianes "una medida, muy importante que asegura unos servicios mínimos". "Estamos contentos con el acuerdo, pero a partir de aquí, con los mínimos asegurados, hay que ir a la liberalización del sector". Por su parte, el socialista Lucas Fernández, portavoz de la Comisión de la Salud de la Asamblea, se mostró contrario a la libertad de horarios. Según Efe, el diputado señaló: "Luchamos contra la idea de que la farmacia es una tienda". PÁGINA 3

El colegio desconoce cuántas boticas cerraron el Sábado Santo

Los nuevos horarios y guardias establecidos por el colegio intentan cubrir mejor las necesidades del sector. Sin embargo, esta reestructuración no impedirá que -sólo haya -un botica abierta hasta las once de la noche cada tres barrios. En Madrid existen 214 barrios y el colegio únicamente prevé dar permiso a 70 farmacias con este horario. Estas medidas han venido precedidas, además, de una fuerte polémica originada por una circular del colegio que ordenaba a las 1.795 oficinas de farmacia de la capital y a las 677 de la región abrir el pasado Sábado Santo. En la nota se explicaba que la jornada tenía "la consideración de laborable y que, en consecuencia, el horario en que deben permanecer abiertas las oficinas de farmacia es el mismo que rige para todos los sábados del año". Pero la mayo ría de los farmacéuticos hicieron caso omiso. Este periódico comprobó que en el barrio de Salamanca -distrito donde Rosa María Lastra tiene su farmacia abierta 24 horas-, de las 20 boticas que se visitaron, 15 permanecían cerradas a cal y canto.Sólo una recomendación

El presidente del colegio, José Enrique Hours, dudó ayer, en la cadena SER, de la veracidad de estos datos. Fundamentaba sus apreciaciones en unos "chequeos" que el colegio había realizado. Sin embargo, un portavoz colegial reconoció momentos después que el colegio desconocía el número exacto de farmacias que abrieron el Sábado Santo. "Pero fueron suficientes. El servicio estuvo siempre asegurado e incluso en algunos barrios, como Fuencarral, abrieron 11 de l3". El portavoz del colegio desechó la idea de tomar medidas contra los establecimientos que desoyeron la circular del colegio. "Era sólo una recomendación", argumentó.

Por su parte, Rosa María Lastra se mostró ayer "contenta con las inéditas". Según Lastra, esta rectificación del colegio demuestra que yo tenía razón y que el sistema no funcionaba". Da la siguiente explicación: "En 1978, año en que empecé a ejercer, había el doble de oficinas de farmacia de guardia. En 1989, las redujeron a la mitad por razones de seguridad. [Los boticarios se quejaban de que eran fácil presa de los atracadores]. Ahora, el colegio da marcha atrás y vuelve a ampliar el número. Es decir, volvemos a los años ochenta".

Para esta boticaria, el aumento del número de farmacias de guardia sólo palia el problema. "Porque continúa existiendo. El número de establecimientos abiertos es aún insuficiente. El sector necesita libertad de horarios. ¿Por qué se impide a los farmacéuticos cumplir con su obligación de proteger la salud de los ciudadanos durante las 24 horas del día, tal y como señala el artículo 43 de la Constitución? ¿Qué derecho tiene el colegio a coaccionarme por cumplir con mi deber y, en cambio, se calla cuando la gran mayoría no abre el Sábado Santo, como era su obligación?".

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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