Los alemanes se remiten a una delantera de lujo
Las dudas por el estado físico de cuatro de sus jugadores no empañan el esplendor de la plantilla del Bayern de Múnich. Hamann, Zickler, Strunz y Sforza podrían ser baja ante el Barcelona, aunque los dos últimos tal vez aún se recuperaren. El portero Kahn es el número dos de la selección alemana, pero podría ser el titular; muy corpulento, con 87 kilos y 1,88 de altura, juega con gran fuerza, arriesga siempre su cuerpo con temeridad y abusa de su corpulencia física para dominar el área.El libre Matthäus ha entrado en la leyenda del fútbol con sus 122 partidos con la selección. Tras una lesión de un año y con 35 años, parece haber recuperado la forma. Ya no sube Matthäus con la fuerza de antaño y comete errores, pero es todavía un jugador imprescindible en el esquema del Bayern.
Lagunas defensivas
En la defensa, si no actúa el lesionado Strunz, fuerte y goleador (tres tantos en la Bundesliga y dos en la actual copa de la UEFA), pasaría a la banda derecha uno de los marcadores, Babbel; y saldría en el centro Kreuzer, que es uno de los pocos que no actúa en a selección y da patadas hasta en el carnet de identidad del contrario. El otro marcador central es Helmer, un zurdo que sube muy bien al ataque y juega con una enorme fuerza física. En la banda izquierda Ziege es muy ofensivo, pero flaquea en defensa.
En el centro del campo la alineación depende de del suizo Sforza, que ocupa la posi ción central del trío y reparte balones sin cesar desde una posición más bien retrasada. Si no juega Sforza, su puesto lo ocuparía Nerlinger, internacional sub 23, que realiza el trabajo sucio en el centro del campo. Por la izquierda actúa el austriaco Herzog, un buen creador que flojea en defensa y que llegó como figura del Werder Bremen. Le ha costado, pero ha conseguido recuperarse de un mal inicio. El tercer centrocampista, que juega por la derecha o por el centro, es Scholl, conflictivo como pocos, pero que juega cada día mejor.
En la punta del ataque figura el indiscutible Klinsmann, que en la UEFA se ha convertido en el terror de las porterías con 14 de los 23 goles obtenidos por su equipo en la campaña europea, pero con sólo 10 dianas en los 23 partidos que suma en la Bundesliga. Klinsmann tiene un enorme radio de acción, baja a defender, se abre por las bandas, se desmarca muy bien y es un gran rematador de cabeza. A su lado recupera el puesto el francés Papin, quien ha sido un colmo de desgracias y conflictos en los dos años que lleva en Múnich. Papin se lesionó de gravedad varias veces, anunció otras tantas su marcha, pero acaba de renovar por un año y está a gusto como titular.
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