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Entrevista:

"Me golpeaban con fuerza para hacer méritos ante el jefe"

Alfonso Armada

La atención internacional sobre la diminuta ex colonia española de Guinea Ecuatorial evitó que la detención y torturas sufridas la semana pasada por el dirigente opositor Amancio Gabriel Nsé se prolongaran peligrosamente. Candidato a las elecciones presidenciales del 25 de febrero por la Plataforma de Oposición Conjunta (POC) y miembro de la dirección de la socialdemócrata Convergencia para la Democracia Social (CPDS), Nsé, licenciado en Arquitectura en Madrid, respondió a las preguntas de EL PAÍS desde su casa en las afueras de Bata (parte continental de Guinea), donde estuvo en arresto domiciliario desde el lunes hasta ayer. El juez le puso en libertad porque la policía no envió la información requerida sobre las causas de su detención. Nsé relata con desapasionamiento la noche en que el comisario superior de policía de Bata le dijo que iba a torturarle porque "era lo que tenía que hacer". A este líder opositor, de 42 años, se le hizo llegar un cuestionario que él contestó grabando sus respuestas en una cinta, antes de su liberación.

Pregunta. ¿Cómo se encuentra?

Respuesta. Mi estado físico y mental es bueno. Los pies todavía me duelen, porque me hicieron torturas en las plantas y se me hincharon bastante. El estado mental es perfecto.

P. ¿Cómo y por qué se produjo su detención?

R. Me había preparado para ir a ver a mis padres a 40 kilómetros de Bata, donde vivo, porque desde que fui candidato a la presidencia no les había visto. El lunes [18 de marzo], al llegar a la barrera de Niefang [un control policial] nos pidieron que les enseñáramos las carteras. Me revisaron la agenda y encontraron un documento interno del mi partido. Se lo quedaron y seguimos viaje. A la vuelta vinieron a por mí y me dijeron que esperase al jefe militar de la zona. Aguardamos en la barrera de Niefang y el martes me llevaron a la prevención de la inspección general de las Fuerzas Armadas en Bata y me metieron, en los calabozos. Nadie me comunicó que estuviera detenido.

P. ¿Dónde estuvo detenido y, cuándo le torturaron?

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R. En un primer momento estuve en un calabozo de la prevención de la inspección general de las Fuerzas Armadas. Por la noche me sacaron de allí y me llevaron al recinto de la cárcel pública, y ya me quede a dormir allí hasta el día siguiente. En lugar de entrevistarme con el inspector general me llevaron a la comisaría superior de policía de Bata. Sospeché que ése sería mi destino. Una vez que me presentaron al comisario, éste ordenó que me metieran en una de las celdas de los barracones de la policía. Allí me encadenaron el tobillo derecho con la muñeca de la mano izquierda. Era una cadena de dos metros de longitud, gruesa, de unos cinco o seis milímetros de grosor. La celda tendía dos por dos metros. Como en la comisaría no había sitio para hacer necesidades, los que están encerrados en el barracón aprovechan si están las celdas abiertas para hacerlo allí, por lo que había una parte cubierta de orines y otra seca, donde me quedé tendido. La noche del miércoles, sobre las 11.30, fueron a buscarme y me llevaron al cuerpo de guardia, donde estaba el comisario, que empezó a hacerme preguntas. Pero lo fundamental no eran las preguntas, sino que por qué hacíamos mala política, que por qué queremos violencia, y cosas que no se ajustan a lo que pensamos ni se ajusta a lo que se decía en el documento que me incautaron en Niefang. Simplemente, lo que él quería era torturarme. Me preguntó si me habían torturado alguna vez desde que me dedico a la política. Le dije que no. Me dijo que iba a torturarme, no por que se lo reclamara alguien sino porque era lo que tenía que hacer. Me mandó tenderme, y empezaron a darme en la planta de los pies con una especie de manguera de plástico, que no es una porra propiamente dicha porque está toda rellena de material. Con eso te golpean fuerte en la planta de los pies. El que tiene que golpear te lo hace en presencia del mismo comisario y no puede mostrar ninguna condescendencia contigo, y golpea con toda su fuerza para hacer méritos ante su jefe. Golpean lo que quieren, no puedes llevar la cuenta. Aunque lo intentes enseguida es imposible seguir contando. Porque siguen golpeando. No preguntaba nada, no quería saber nada. Yo creo que lo único que tenían ganas era de infligirme aquel castigo. El viernes [22 de marzo] mandó quitarme las cadenas y me llevó a su despacho y fue cuando me hicieron algunas preguntas sobre los hechos. La primera pregunta de rigor fue qué era lo que sabía yo de los hechos por los que estaba ahí detenido. Después de esta toma de declaraciones, volví otra vez a la celda, pero ya la dejaron abierta y que me llevaran una colchoneta, ropa para cambiarme y también antiinflamatorios, hasta el lunes pasado, en que me llevaron al juez.

P. ¿Qué dijo el juez cuando decretó su arresto domiciliario?

R. El juez estudió los. documentos que había llevado, luego me comunicó que en los documentos no encontraba tipificación de delito y pruebas documentales, por lo que él tomaba la decisión de devolver los papeles a la policía para que ésta tipificara el delito y le enviaran pruebas. Como medida de precaución, decidió que me quedara en arresto domiciliario emplazando a la policía para que si querían enviaran efectivos. Pero de momento no han enviado a nadie.

P. ¿Qué dice de las acusaciones gubernamentales de que su partido incita a la violencia?

R. Están fuera de lugar. La violencia se encuentra fundamentalmente del lado del Gobierno y así se puede comprobar todos los días, con las torturas que aplican a la gente, con la privación de libertad arbitraria.

P. ¿Cuál va a ser la línea política del CPDS a partir de ahora? ¿Seguirá existiendo y actuando políticamente la POC?

R. La actuación política de CPDS seguirá enmarcándose dentro de la POC, porque la POC, como un esfuerzo de unificar la oposición, sigue en pie. Aunque algunos partidos se hayan marchado, los que quedamos queremos seguir dando a la población lo que pide: un esfuerzo de unidad de la oposición.

P. ¿Qué le parece la oferta de Obiang de Gobierno de unidad nacional con la oposición?

R. La oferta de Obiang para la formación de un Gobierno de unidad entra dentro de sus mecanismos políticos. Aquí parece que piensan que todo el mundo se mete en la política para conseguir un cargo más o menos alto. Lo que nosotros hemos planteado desde el inicio es un proceso de democratización, que sea el pueblo el que designe a la persona que lo tenga que gobernar en cada momento. Pero no se ha hecho eso y cuando nosotros escuchamos la nota de la Oficina de Información Diplomática en la que se invita al Gobierno para dar nuevo impulso al proceso de democracia, vemos una contradicción. Ellos pensaban que tras las elecciones presidenciales teníamos que consideramos en plena democracia. Cuando ellos hablan de dar un nuevo impulso al proceso significa que reconocen su fracaso. Lo que planteamos es que si reconocen su fracaso no ha habido ningún proceso de democratización.

P. ¿Qué importancia tiene el petróleo descubierto en la política de Obiang y qué pueden representar para el futuro?

R. El tema es importante porque puede dar a Obiang la oportunidad de mantenerse en el poder pasando de la comunidad internacional.

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