China rechaza la cumbre propuesta por Taiwan para resolver la crisis

China echó el freno ayer a lo que públicamente han sido dos días de dislocada carrera hacia la reunificación con Taiwan y rechazó la propuesta del primer ministro Lien Chan de celebrar una cumbre entre sus dirigentes, al tiempo que EE UU, por medio de su secretario de Defensa, Williani Perry, daba por concluida la crisis entre Pekín y Talpel y empezaba a retirar sus efectivos de la zona. En Hong Kong tampoco hubo buenas noticias: a la decisión oficial adoptada el domingo de desmantelar el Legco (miniparlamento) el mismo 1 de julio de 1997, en que los británicos arriarán definitivamente su bandera para que los chinos icen la suya, vino a sumarse la declaración de Pekín de que el Legco ya "no tiene poder" ni para aprobar el presupuesto.

La diminuta clase política de Hong Kong sigue con manifiesta envidia el desarrollo de las relaciones entre Taipei y Pekín tras la culminación de las primeras elecciones presidenciales libres en suelo chino, que dieron el sábado pasado al presidente Lee Teng-hui una resonada victoria. Los políticos de Hong Kong se lamentan de la falta de interés de la mayoría de los seis millones de habitantes de la colonia, que consideran que China tiene la sartén por el mango y que si luchan por defender las libertades que han disfrutado hasta ahora sólo van a buscarse problemas y represalias.Según el diario en lengua inglesa South China Morning Post, tras el amplio triunfo de Lee Teng-hui -54% de los votos emitidos- se celebró una reunión del Politburó del Partido Comunista Chino (PCCh) en la que se acordó "adoptar una política más conciliatoria" hacia Taiwan. También se decidió dejar de criticar a Lee, siempre y cuando, reduzca su campaña por lograr un escaño para Taiwan en la ONU y deje de utilizar los foros internacionales para promover la tesis de "una China y un Taiwan". Además, en esa reunión se aprobó la reanudación de las "conversaciones semioficiales" entre los dos lados del estrecho de Formosa.

Sin duda, ésa fue la razón que llevó ayer a la diplomacia china a rechazar abiertamente la cumbre con las autoridades de Taiwan que éstas han propuesto repetidamente. Pekín considera al refugio de los nacionalistas que perdieron la guerra en 1949 como una provincia más de su territorio y, por tanto, se niega a hablar de igual a igual con el Gobierno taiwanés.

Fuentes chinas aseguran que una cumbre necesita mucha preparación y sobre todo la seguridad de que no será un juego propagandístico de Lee, sino que el presidente Jiang Zemin podrá salir airoso con una fecha pública para la reunificación.

Soberanía de Hong Kong

Con los días marcados para asumir la soberanía sobre Hong Kong (1 de julio de 1997) y Macao (1 de enero de 1999), la obsesión actual de China es conseguir una fecha determinada para la isla rebelde. El gobernador de Taiwan y estrecho colaborador de Lee Teng-hui, James Soong, sugirió el lunes que la reunificación podría lograrse en cuatro años si para entonces Pekín acepta celebrar elecciones libres para elegir al presidente de toda China y en las que también votarían los taiwaneses. La propuesta no parece muy realista.

Pero todo es posible en la fructífera diplomacia silenciosa a través del estrecho. Funcionarios taiwaneses indicaron al diario China Times Express que nada más lanzar Pekín el pasado día 8 tres misiles tierra-tierra contra objetivos situados en el mar a pocos kilómetros de las

costas taiwanesas, China y Taiwan "enviaron representantes secretos a Estados Unidos" que se prometieron que Pekín no atacaría a la isla rebelde y que ésta promovería buenas relaciones con la "madre patria" tras las elecciones.La llamada crisis de los misiles llevó a Washington a situar en la zona dos portaaviones con sus respectivas flotillas. Ayer inició el Independence su vuelta a casa, pero el Nimitz se quedará aún unos días. El secretario de Defensa, William Perry, afirmaba ayer en Washington que "esta crisis ya ha pasado" y que las maniobras militares chinas han terminado y las tropas están regresando a sus cuarteles".

"El problema de Hong Kong es que no tiene con qué negociar con Pekín. Somos muy pequeños, no tenemos poder y carecemos de un respaldo internacional fuerte", señala la diputada independiente del Legco Emily Lau. Ella, junto con los 19 miembros del Partido Democrático y otros seis independientes conocidos por sus firmes posiciones en favor de la democratización del Gobierno de Hong Kong, no podrán formar parte de los nuevos órganos que va a crear China, según declaró Lu Ping, director de los Asuntos de Hong Kong y Macao.

Comité de Selección

Según Lu, para formar parte de los nuevos órganos hace falta "estar de acuerdo con ellos". El primero en formarse tiene que ser el llamado Comité de Selección, que se encargará de elegir al jefe ejecutivo de Hong Kong, una figura que en cierta medida es el sustituto del actual gobernador británico, y a los 60 miembros de la llamada Legislatura Provisional. De los actuales 60 diputados del Legco, al menos 27 se oponen "rotundamente" a la creación de la Legislatura Provisional, "un órgano designado a dedo para hacer lo que les corresponde a los elegidos por el pueblo de Hong Kong", señala Lau.