El BID insta a Latinoamérica a aumentar su ahorro para afrontar crisis financieras

América Latina necesita aumentar su capacidad de ahorro interno para afrontar eventuales turbulencias, y consolidar un crecimiento económico que en diciembre de 1994 fue seriamente zarandeado por la devaluación mexicana y causó en Argentina, al año siguiente, una caída del 4,4% en el PIB. Durante la sesión de apertura, ayer, de la XXVII Reunión Anual de la Asamblea de gobernadores, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, incidió en este punto y en la conveniencia de invertir socialmente y no ceder a soluciones coyunturales fáciles cuando sobrevienen situaciones de crisis. " 1995 ha sido un año de prueba", resumió.El presidente argentino, Carlos Menem, anfitrión del encuentro, y su ministro de Economía, Domingo Cavallo, que fue designado, por aclamacion presidente de la asamblea sustituyendo al israelí Jacob Frenken, coincidieron también en este aspecto, al igual que la mayoría de los 4.400 funcionarios,. empresarios, banqueros y economistas asistentes a la reunión de Buenos Aires. El ex ministro español de Economía Carlos Solchaga y el titular de Comercio, Javier Gómez-Navarro, figuran entre sus participantes.

Según Iglesias, la resistencia ofrecida por México y Argentina a 'la crisis desencadenada por la devaluación mexicana impidió males mayores y despejó el camino hacia la reanudación del crecimiento. "La capacidad de recuperación de América Latina es un hecho", manifestó. "Pero a corto plazo necesitamos expandir de forma vigorosa la capacidad de ahorro interno de nuestro países". Iglesias mostró su preocupación por los problemas sociales que aquejan a la mayoría de los países latinoamericanos.

Atención a la pobreza

En ese sentido, instó a trabajar por la equidad entre las políticas de ajuste y la atención a la pobreza y los amplios sectores sociales marginados. "Hay que incorporar a las grandes masas al consumo y al mercado". En la apertura fue citado como objetivo fundamental de cualquier política el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, y también de las microempresas existentes en buena parte de los países más pobres, que emplean a 150 millones de latinoamericanos, el 80% de la población activa, y contribuyen con el 40% del producto interior bruto regional.

Menem, que reafirmó el compromiso del Gobierno con la liberación económica, admitió que la "asignatura pendiente" es el desempleo, calculado oficialmente en torno al 16% de la población activa. El jefe de Gobierno destacó que este grave desequilibrio y las tasas de interés bancario del orden del 20%, se registran en un país con una inflación menor a un punto "y del 2.500% en 1989", año de su primera investidura presidencial.

El presidente argentino, en un mensaje dirigido a la opinión publica interna, afirmó: "No hará como dicen algunos, una política de retorno al peronismo. ¿Se han olvidado que este Gobierno es peronista, justicialista, y es quien ha emprendido la reforma económica y social?".

Mientras, los expertos asistentes a la reunión también aconsejan en los pasillos o seminarios de trabajo. Paul Volcker, que fue titular de la Reserva Federal de Estados Unidos durante ocho años, hasta 1987, reclamó prudencia en la lucha contra el paro: "No hay que desesperarse para bajar el desempleo. En caso contrario, pueden perder en un día todo lo que consiguieron en los últimos años". Sin innovar en su propuesta dijo: "Quedan por tomar algunas reformas estructurales y falta tiempo". Flexibilizar la legislación laboral, "para que los empresarios no se asusten y creen empleo" es la fórmula elegida por Argentina, y de fendida por Iglesias y la mayoría de los asistentes.