La banca rechaza frontalmente el nuevo plan de viabilidad de Constructora San José para Huarte

La crisis de Huarte se complica aún más. El primer accionista, Constructora San José, ha diseñado un plan de viabilidad que fija una serie de sacrificios para la banca acreedora que ésta considera "totalmente inasumibles" y rechaza la entrada de un socio mayoritario, que le arrebate la gestión de la sociedad. Además, el presidente del Instituto de Crédito Oficial, Miguel Muñiz, comunicó ayer que la función del ICO no es financiar empresas privadas en crisis. El juez Ernesto Vistallé admitió ayer a trámite la suspensión de pagos de la constructora.

Ni los números ni el esquema de propiedad del plan de viabilidad de Huarte convencen a la banca acreedora, que ayer decidió dar un rotundo "no" a los responsables de San José. El esquema de reflotamiento presentado por la constructora gallega establecía una reducción del endeudamiento financiero de la empresa a través de una quita del 40%, con pago al contado del 15% y la, refinanciación del resto; un crédito de 15.000 millones de pesetas al 3% del ICO y una línea de financiación de 50.000 millones (15.000 millones para nuevas certificaciones, 15.000 millones para avalar licitaciones y 20.000 millones para descuento comercial).Este plan dejó "atónitos" a los representantes de la banca acreedora, que se vieron aún más sorprendidos ante la negativa de los responsables de San José de aceptar la entrada de un socio en la empresa en crisis. La constructora gallega quiere conservar la plena gestión o, en caso contrario, recuperar los 2.500 millones aportados al primer plan de saneamiento de Huarte, según fuentes conocedoras de la operación. A la vista de este frontal enfrentamiento, la banca está comenzando a elaborar un plan alternativo al de San José.

El plan rechazado por la banca acreedora establece, además, unas deudas con los obligacionistas de 7.120 millones, a los que se les pagaría en siete amortizaciones semestrales iguales comenzando a los 30 meses desde ahora. El plan reconoce una deuda bancaria de 39.369 millones y solicita una quita de 12.471 millones de pesetas. A los proveedores se les reconoce una deuda de 36.031 millones de pesetas. El total de la deuda después de la suspensión de pagos es de 82.520 millones.Según la. proposición de convenio de acreedores, Huarte pagará el importe total de sus débitos a aquellos acreedores que no tengan reconocido régimen especial, sin devengo de intereses, en el plazo de tres años. En el primer año se pagaría el 20% de cada uno de los créditos, durante el segundo año el 30% de cada uno de los créditos y el tercer año el resto.Un problema añadido para encontrar una salida a la crisis Huarte es la dificultad para que el ICO le otorgue el préstamo de 15.000 millones. De hecho, la ejecutiva del Instituto estudió la situación de la empresa, aunque su presidente, Miguel Muñiz, considera "muy difícil" su concesión.

Mientras tanto, los sindicatos contínuan siguiendo de cerca la evolución de los acontecimientos. CCOO, que está siendo especialmente activo en este conflicto, se encuentra a la espera de la respuesta del fiscal general del Estado, Carlos Granados, para abordar la presentación de una querella contra los ex gestores de Huarte.

El juez Ernesto Vistallé Vidal, titular del Juzgado de Primera Instancia número 5 de la Audiencia de Pamplona, decidió ayer admitir a trámite la suspensión de pagos de la constructora navarra Huarte. Además, nombró tres interventores, José Javier Jara Andía, Francisco Javier Escobosa y el BCH, como principal acreedor, informa Mikel Muez.