Amedo declara hoy por vez primera en el Supremo tras la reapertura del 'caso GAL'
Los ex policías José Amedo y Michel Domínguez, que con su confesión ante el juez Garzón en diciembre de 1994 provocaron la reapertura del caso GAL, declararán hoy y mañana, respectivamente, por vez primera, ante Eduardo Moner, instructor de la causa en el Tribunal Supremo.
La comparecencia de los dos ex policías se produce a petición del abogado Manuel Cobo del Rosal, defensor del ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, quien quiere interrogarles sobre la reunión que Domínguez mantuvo con Garzón el 22 de abril de 1993.
Domínguez, encarcelado entonces en Guadalajara, fue conducido a petición propia a la Audiencia Nacional para prestar declaración sobre el secuestro de Segundo Marey, en diciembre de 1983, pero no llegó a declarar, aunque pasó varias horas reunido con el juez. Pocos días después de esta entrevista, Garzón colgó la toga para presentarse como número dos en la candidatura del PSOE por Madir. La definitiva confesión de Amedo v Domínguez se produjo tras el regreso de Garzón a la Audiencia Nacional, dos años después.
Al tratarse de su primera cita en el Supremo, los ex policías podrían matizar o rectificar algunas de sus anteriores declaraciones. Por ejemplo, la acusación de que se planeó enterrar a Marey en cal viva, que ha servido para acusar de tentativa de asesinato a Julián Sancristóbal o Ricardo García Damborenea, con quienes comparten ahora la condición de arrepentidos.
También podrían, para recuperar el dinero, negar que los 330 millones de pesetas que tienen embargados en Suiza les fueran entregados, con cargo a los fondos reservados de Interior, a cambio de guardar silencio sobre las responsabilidades de sus superiores durante el juicio en el que fueron condenados a 108 años de cárcel.
El pasado día 13, Amedo hizo unas manifestaciones públicas en las que, con su habitual bravuconería, aseguraba estar dispuesto a volver a la cárcel si le acompaña Felipe González. "Si tengo que volver bien acompañado no me importa", afirmó. También dijo conocer lo que hablaron Domínguez y Garzón en su reunión del 22 de abril de 1993, aunque no quiso revelarlo.
Por su parte, Domínguez ha amagado con provocar la nulidad de todo el proceso si no se le concede la paga mensual de medio millón de pesetas que viene reclamando a Justicia para atender sus "necesidades mínimas" como arrepentido. En su recurso ante el Supremo contra una primera negativa del juez Móner a facilitarle esta paga, Domínguez reclamó que, en caso de que no le se considerase testigo del proceso -con opción a beneficiarse así de la ley de Protección de Testigos-, "se declarara la nulidad de actuaciones desde el momento en que hizo la mencionada declaración en el sumario 1/88, así como el desglose de éste respecto al otro sumario 17/89".
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