Cada loco con su ocio
Unas cuantas ideas para pasar varias horas entretenidas en la feria del tiempo libre
Saber cómo rellenar los ratos libres no tiene por qué ser un problema. Pero, por si acaso, existe Expo Ocio: una feria en la que sus 48.000 metros cuadrados se proponen que el tiempo libre deje de serlo. La oferta de la muestra, que en esta convocatoria cumple veinte años, no discrimina a nadie: bebes, niños, jóvenes, adultos, ancianos o discapacitados tienen algo pensado para sus posibilidades.Un desfile de modelos. A pocos metros se exhibe el último grito en electrodomésticos. Un poco más allá un Fórmula 1 (de verdad), luego un grupo de artesanos que confecciona cestas, a un niños le cortan el pelo, unos cuántos jóvenes navegan por una de las seis redes informáticas mundiales y un matrimonio elige piscina para la casa nueva.
Hay todo tipo de caravanas, televisiones, muebles, artículos de jardinería, ordenadores, prendas deportivas. En lo que han llamado la calle del Ocio (más bien toda una ciudad) hay demostraciones de baile, teatro para niños, esgrima o yudo. Se pueden contemplar también exhibiciones de adiestramiento de perros, actuaciones de bandas de música y concursos de pasodobles.
Y entre todo este barullo existe también una zona dedicada exclusivamente a la informática con demostraciones de Internet en el pabellón número 1. Entre las decenas de tenderetes -no numerados- EL PAÍS ha escogido doce visitas a otros tantos puestos. Se tarda no más de tres horas en visitarlos y probarlos. Todo es gratis, salvo en una de las sugerencias.
Peces que salen de la tele. (Pabellón 1). La feria ofrece la oportunidad de conocer lo que será la tele del futuro, pero de momento no se comercializa en ninguna parte del mundo y, según se comentaba ayer, tardará en cuajar. Sin necesidad de gafas polarizantes es casi posible sentir cómo un ejército de peces sale embistiendo de la caja tonta. Es la televisión en tres dimensiones. El truco está en los dos vídeoproyectores que se esconden detrás de la pantalla. Es la primera vez que este invento llega a España, según cuentan en el pabellón.
Aquellas gafas. (Pabellón 1). Una modalidad un poco más primitiva que la anterior, ya que se necesitan gafas especiales para captar la tercera dimensión. Puede que en cuatro o cinco anos ya haya hogares con este electrodoméstico que en Japón supera el precio de medio millón de pesetas. Si se está dispuesto a esperar un poco de cola, la feria ofrece la posibilidad de probar la tele del 2000, que es como ya la llaman algunos.
Cine en casa. (Pabellón 1) Le llaman home theatre (sin traducir del inglés) a un montaje por el que se puede escuchar la tele en casa con el mismo sonido que en el cine: pasos que se acercan y se alejan, por ejemplo. El milagro lo hace un equipo de música con cinco altavoces, a la venta por unas 50.000 pesetas.
El tinte a burbujas. (Pabellón 1). Un nuevo sistema de lavado a base de burbujas. Nada menos que cuatro millones de pompitas que, según los fabricantes, dan más calidad a la limpieza, admiten todo tipo de prendas, lavan en seco con bajísimo consumo (sólo 300 vatios cuando las otras consumen 2.000) y no hacen nada de ruido. La máquina vale 75.000 pesetas. Dos azafatas hacían ayer una prueba con una prenda ¡de ante y seda!
Vuelos silenciosos. (Pabellón 1). Deportes y aventuras tienen su espacio en la feria. Un velero planeador a la vista del público anuncia cursos de vuelo sin motor. Pagando 266.000 pesetas y pasando un reconocimiento médico, los mayores de 17 años pueden aprender a manejar uno de éstos aparatos en 15 días. La feria ofrece todo tipo de información y modalidades de cursos para todo el que esté dispuesto a una aventura por los aires. La sede de la escuela se encuentra en Ocaña (Ciudad Real).
Graznidos en el ordenador. (Pabellón 3). Desde hace dos anos, una parte importante de Expo Ocio está dedicada a la informática: ordenadores, programas de entretenimiento, educativos, equipos multimedia... En este caso la informática se pone al servicio de la naturaleza y de la enseñanza en forma de CDROM. La pantalla del ordenador se convierte en toda una agenda. En cada página, un pájaro con voz enlatada ofrece todo tipo de datos: su descripción, lo que comen, su estado de conservación, sus amenazas, dónde habita. Incluso es posible escuchar su canto... o sus gritos. Ayer se oían los graznidos de una manada de buitres en torno a una carroña.
Escualos en el coral. (Pabellón 3). Con la misma tecnología que usa Walt Disney en sus parques temáticos, Expo Ocio ha montado una sala con capacidad para cuarenta personas en la que se proyecta una película de 12 minutos. Con unas gafas polarizadas que facilitan los encargados de esta atracción, el espectador penetra en un arrecife de coral por el que pasan tiburones de ocho especies diferentes, rayas gigantes y todo tipo de fauna marina. Para ver esta película, realizada por científicos y especialistas en audiovisuales submarinos de la empresa inglesa Sea Life, suele haber bastante cola los días festivos y hay que pagar 500 pesetas.
PASA A LA PÁGINA 8
VIENE DE LA PÁGINA 7Submarino a pedales. Todavía no está comercializado, pero quizás este año sea posible hacerse a la idea de lo que fue un viaje en el Nautilus. El Easyboat, que es como se llama este pequeño submarino, es una pequeña barca con la cabina situada bajo el nivel. Desde ahí, la tripulación disfruta de una visión subacuática y superficial, mientras pedalea igual que si se tratara de una bicicleta. También es posible incorporarle un motor sin necesidad de permiso ninguno para el operario. Lo de la respiración no es un problema en este submarino: el aire entra por la rampa de bajada. El Easyboat cuesta 950.000 pesetas. Su campo de acción son mares tranquilos o pantanos que tengan una profundidad similar a la que necesitan los veleros con orza fija.
En la piel de un inválido. (Pabellón 3). Es para que todo el mundo sea consciente de los problemas que tienen que salvar las personas con una minusvalÍa fÍsica cada vez que ponen un pie en' la calle. El Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalías invita a los visitantes de Expo Ocio a dar un paseo salvando todo tipo de dificultades sentado en una silla de ruedas, con los ojos tapados o moviéndose sólo con una pierna. En este circuito hay un tramo de acera normal, otro de rejillas como las de la ventilación del metro (el bastón se cuela y la silla se resbala), hay un charco que sólo se puede cruzar pasando de piedra en piedra, cabinas de teléfonos (a las que unos no llegan y otros se las tragan), semáforos... Hay una parte de arena, escaleras y también han puesto suelo de goma con tacos, donde realmente los minusválidos se sienten seguros. A pocos metros está el tenderete del Inserso, en el que unos niños pintan con acuarelas sujetando el pincel con la boca. Los organizadores pretenden de esta forma que los más pequeños logren ser capaces de ponerse en el pellejo de aquellos que no tienen manos.
Todo sobre la naturaleza canaria. Entre los puestos dedicados al turismo destaca éste que ha montado la Red de Canarias de espacios naturales protegidos. VÍdeos, libros, paneles, fotos, pantallas de ordenador. Todo tipo de documentación para conocer las particularidades y el estado de los parques canarios. Además se facilita toda la legislación que hay sobre estos parajes.
Geranios sin tierra. Nada de verdes praderas al estilo anglosajón. Este año Expo Ocio apuesta por los jardines con especies autóctonas. Un buen ejemplo es el que se encuentra en el pabellón 3: geranios, hortensias, almendros, romero, adelfas. A poco pasos, todo tipo de herramientas y útiles para los aficionados a las jardinería. Como un producto que permite cultivar plantas sin tierra: se trata de unos gránulos que tienen el aspecto de trocitos de cristal con gran poder de absorción, nutrientes y que no necesitan drenaje. Se presentan en todo tipo de colores. Los Hydro Polymeques, así se llama esta tierra artificial, se venden en bolsas de 25 gramos (que dan tres litros de producto) a un precio de 675 pesetas, en el pabellón 7.
Un supositorio gigante. (Pabellón 7). El Alphamassage es, visto por fuera, como un supositorio gigante. Introduciéndose dentro resulta que es una sauna de aire seco. O un tratamiento para adelgazar o un método para relajarse. Sirve para dejar de fumar, da masajes por medio de vibraciones y alivia los dolores de espalda. Se trata de una caja que encierra una cama anatómica por la que circula aire cálido y seco, y se le pueden incorporar aromas. Cuesta unos dos millones de pesetas.
Expo Ocio en el Parque Ferial Juan Carlos I hasta el 24 de marzo. Autobuses: línea 827 (de Canillejas) y servicios especiales que salen de la calle Ulises (metro Arturo Soria). Precio: 700 pesetas, niños y mayores, 350.
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