México pide a la banca extranjera más apoyo para sus pequeñas empresas

La Convención Nacional Bancaria, que reúne a los presidentes de todos los bancos mexicanos y a los responsables de la política económica del Gobierno, se clausuró el pasado fin de semana en Cancún con una petición que es reflejo de la debilidad del sistema financiero mexicano. El secretario de Hacienda, Guillermo Ortíz, exhortó a los bancos extranjeros que operan en México a que aumenten sus créditos a las pequeñas y medianas empresas. Los bancos de este país, con magros recursos para sanear sus cuentas y con una cartera vencida de 137.000 millones de pesos -el 18,5% del total, de créditos concedidos- no pueden hacer frente a la urgencia de préstamos que requieren las miles de empresas que están al borde de la quiebra.

Uno de los mayores quebraderos de cabeza del Gobierno de Ernesto Zedillo en el aspecto económico es la dramática situación por la que atraviesan las pequeñas y medianas empresas. Un sector al que las entidades de crédito foráneas han prestado poca atención o, simplemente, han ignorado. "En México, los bancos extranjeros se han limitado a prestar sus servicios a las 50 empresas más grandes pero tienen que dar signos de que van a permanecer en el país y penetrar en el ámbito de las pequenas empresas", aseguró Julio A. de Quesada, director general de Citibank Mexico.

Situación precaria

Pero la presencia de instituciones de crédito extranjeras, a las que se permitió trabajar en México en octubre del, año 1994, es todavía precaria. Actualmente, disponen de menos del 5% del capital total de la banca, incluida la nacional. Guillermo Ortíz espera, que durante este año los bancos extranjeros dupliquen su participación y controlen "al menos el 10%'de dicho capital".

La consecuencia anhelada de esta mayor vinculación con México es evidente: que aumente la cuantía de los recursos financieros que prestan a las sociedades de menor tamaño. Las instituciones extranjeras captaron alrededor de 10.000 millones de pesos (unos 1.300 millones de dólares, 156.000 millones de pesetas) en 1995. De esa cantidad, "poco menos de la mitad se tradujo en prestamos`, dijo Ortíz tras reunirse con altos directivos del banco Nova Scotia, Merrill Lynch, Citibank México, Santander Investment México y representantes de las demás entidades de crédito que ya han desembarcado en el mercado de este país; en total, ejecutivos de 18 bancos.

Los banqueros, por su parte, manifestaron su esperanza de que los próximos meses sean más benévolos que los anteriores en el terreno financiero e hicieron patente su decisión de cerrar filas para enfrentar los retos de un año que "será difícil para todos" pero que, según sus estimaciones, re presentará una situación "mucho mejor, mucho más sólida y mucho más consolidada que la de hoy".