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Metáfora del pacto Burgos

Aznar subraya la singularidad de Cataluña al pie de la gran catedral gótica castellana

José María Aznar quiso llenar de símbolos su primera salida de Madrid tras. las elecciones generales. Se fue a Burgos, a cumplir una promesa de campaña, pero de paso: recordó la polémica entre Castilla y León y Cataluña a cuenta del incendio del Liceo barcelonés, hace dos años, y de la restauración de la catedral castellana. Evidente metáfora de que cualquier enfrentamiento puede ser superado y acabar en un entendimiento razonable, como el que consiguieron entonces el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el de Castilla y León, Juan José Lucas.Cuando ardió el Liceo y casi todas las fuerzas vivas de, la cultura coincidieron en la necesidad de reconstruir de inmediato el teatro por excelencia de la burguesía catalana, Lucas levantó la Voz. Reclamó ayudas que permitieran afrontar en serio la restauración de la catedral burgalesa, una joya del gótico construida entre los siglo! XIII y XV y deteriorada por siglos de abandono.La polémica alcanzó cierto relieve, pero Pujol y Lucas. demostraron que era posible cerrarla con inteligencia. El presidente catalán gestionó un concierto de la orquesta del Liceo en la catedral misma para recaudar fondos y asistió, al acontecimiento. Lucas, a su vez, viajó a Barcelona y asistió a otro concierto de la misma, orquesta, para aportar fondos a la reconstrucción del teatro.Bajo la puerta de la catedral, Aznar retomó aquel episodio para ponerlo como ejemplo de la posibilidad de "una tarea de entendimiento claro" y apeló al espíritu de cordialidad con que entonces, "desde Castilla y León, desde Burgos" se reconoció la realidad singular catalana". "Me complace mucho hablar de eso aquí en Burgos", subrayó ante los micrófonos y las cámaras.La visita a la ciudad de El Cid la había prometido a sus seguidores en un mitin de campaña. Al mismo tiempo, el mensaje inevitable era que el ganador de las elecciones del 3 de marzo pactará para conseguir formar Gobierno, pero no olvidará sus raíces ni sus compromisos con la que tiene por su tierra, la comunidad autónoma que gobernó hasta 1989. Y, también, que al pie de las piedras milenarias de la Castilla profunda se puede hablar de la singularidad de Cataluña. Mi quel Roca le pidió que lo hiciera en un teatro en Valladolid. Aznar lo hizo en la calle y en Burgos.Acabado su encuentro por la mañana con Julio Anguita, el líder del PP cogió un coche con Francisco Álvarez Cascos para marchar a Castrejeriz. Allí comió con Lucas, consejeros del Gobierno regional y el alcalde de Burgos, Valentín Niño. El menú, cocido para todos, excepto para el ilustre invitado que no quiso salirse del régimen y tomó ensalada y chuletillas de cordero.

En Castrojeriz visitó un hostal cofinanciado con ayudas de la Unión Europea y luego, en Villasilos, un pueblo de 200 casas y poco más de 100 habitantes, una industria artesana de queso, también cofinanciada con programas europeos, que produce 10.000 piezas con leche de oveja churra y da empleo a cuatro fa milias. La Junta pretende con es tos programas generar oportunidades locales de empleo que frenen la emigración y el despoblamiento. En la calle, el secretario general del PP se fotografiaba con las chicas y firmaba autógrafos.

Aznar fue recibido en la catedral con dos tientos de órgano de Antonio de Cabezón y luego recorrió el templo acompañado del presidente del cabildo, Ramón del Hoyo, y del muy discreto arzobispo Santiago Martínez Acebes y rodeado de una verdadera manifestación de cargos públicos y espontáneos. Don Agustín, el canónigo fabriquero, fue dando las explicaciones. En restaurar sólo las agujas y la capilla de los Condestables se han invertido ya 600 millones de pesetas.

Al firmar en el libro de honor y prometer que podrán contar con él para seguir las obras, debió volver a pensar en Pujol. Cuando el presidente del cabildo le ofreció "un dossier doble", el presidente del PP bromeó: "Sí, mejor que sea doble".

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