Alemania decreta el bloqueo inmediato del gasto público para frenar el déficit
El ministro alemán de Hacienda, el socialcristiano de Baviera Theo Waigel (CSU), decretó ayer un bloqueo inmediato del gasto público, para tratar de cerrar los continuos agujeros en el presupuesto del Gobierno federal. En una sesión de urgencia del Parlamento Federal (Bundestag), ayer en Bonn, Waigel no dio cifras sobre el hueco en el presupuesto. Diputados democristianos (CDU/CSU) del Gobierno estiman en 14.000 millones de marcos (1,2 billones de pesetas) el déficit y la oposición socialdemócrata lo eleva a 25.000 millones de marcos (2,12 billones de pesetas).La experta en cuestiones de Hacienda del SPD, Ingrid Matthaeus-Maier, criticó la decisión del bloqueo del gasto y exigió un presupuesto complementario como "la solución más correcta". Según Matthaeus (SPD), la vía escogida por Waigel no permite encontrar los agujeros del presupuesto ni acordar los recortes adecuados ni deja claro si después de las elecciones regionales en tres Estados federados del próximo día 24 se decidirá un incremento del IVA. Waigel replicó que no se puede prever ahora la evolución del mercado laboral y espera al balance del mes de mayo sobre los ingresos fiscales para actuar.
La crisis económica en Alemania, que las autoridades se niegan a calificar de recesión, se manifiesta cada día con mayor o menor virulencia. Un día son las elevadas cifras de paro, otro la caída del producto interior bruto (PIB), sigue el descenso de las exportaciones o la "dramática tendencia", como la calificaba el diario de Bonn General Anzeiger, en el incremento de las quiebras, que el ano pasado llegaron a 28.785, casi 4.000 más que en 1994.
Las consecuencias las experimentan de forma casi inmediata las arcas del Estado en forma de caída de ingresos. Los huecos en el presupuesto, de muchos miles de millones de marcos, obligaron ayer al ministro de Hacienda Waigel a cerrar la caja e imponer un bloqueo del gasto público. El reglamento del presupuesto permite al ministro decretar tal medida, que pone en sus manos la decisión sobre los gastos, "cuando el desarrollo de los ingresos así lo requiera". Waigel fundamentó la medida con la caída de ingresos provocada por el descenso de la recaudación por impuestos, como consecuencia de la caída del PIB, y el aumento de los gastos derivados del elevado número de parados.
El bloqueo del presupuesto supone que los gastos de administración por encima de 500.000 marcos (42 millones de pesetas) sólo podrán efectuarse con el beneplácito del mismísimo ministro de Hacienda. También quedan afectadas las adquisiciones militares, proyectos de construcción y otras inversiones por encima: de cinco millones de marcos (420 millones de pesetas).
La decisión de bloquear el gasto ya había sido adoptada otra vez el pasado octubre y se considera como una especie de freno de emergencia. La medida adoptada ayer podría ser sólo un anticipo de lo que se viene encima, cuando pase la llamada minielección federal del próximo día 24. Para ese día está convocado a la urnas en tres estados federados un 20% de la población alemana.
Flota ya en el ambiente la impresión de que sólo con una subida del IVA será posible tapar los agujeros presupuestarios. Semejante medida dejaría con las posaderas al aire al socio minoritario de la coalición de Gobierno de Bonn, los liberales del FDP, que insisten en bajar los impuestos. Todo esto hace que cada día se hable más de la posibilidad de una gran coalición entre democristianos (CDU/CSU) y socialdemócratas (SPD), para afrontar con una base sólida la crisis económica del país y asumir juntos los dos grandes partidos el trabajo sucio.
[Por otra parte, el ministro alemán de Investigación y Tecnología, Juergen Ruettgers acuso ayer a la política de tipos de interés del Bundesbank de favorecer el paro, informa France Presse.]
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