Garzón eleva al Supremo el caso del vídeo de ETA

El juez Baltasar Garzón elevó ayer a la Sala Segunda del Tribunal Supremo el caso del vídeo de ETA difundido por Herri Batasuna durante la pasada campaña electoral, por entender que siete miembros de la mesa nacional de la coalición independentista, presuntos responsables de un delito de colaboración con banda armada, son aforados. Se trata de Tasio Erkizia, Mati Iturralde, Itziar Aizpurua, Karmelo Landa y Joxe Mari Olarra, parlamentarios vascos, y de Floren Aoiz y Adolfo Araiz, miembros de las Cortes de Navarra.El magistrado ha rechazado la petición de la defensa de Jon Idígoras -en prisión por este hecho- que pretendía que el caso fuera juzgado por los Tribunales Superiores de Justicia del País Vasco y Navarra. El magistrado coincide con el criterio del fiscal; según el cual, el asunto es competencia del Tribunal Supremo, puesto que el vídeo se intentó difundir a través de las televisiones en todo el territorio español.

Los estatutos de autonomía del País Vasco y Navarra señalan que sus parlamentarios deben ser juzgados por los Tribunales Superiores de Justicia respectivos cuando el delito que se les impute se haya cometido dentro del territorio de la comunidad autónoma. Cuando exceda del ámbito de la misma, el tribunal competente es el Supremo.

Garzón recuerda que, con la exhibición del vídeo en locales de todo el País Vasco, HB no se limitó simplemente a reproducir el mensaje de ETA, sino que desarrolló "toda una labor de edición, distribución y difusión de un conjunto de imágenes y diálogos con base a los cuales se pidió el voto para HB, utilizando los argumentos de ETA y los propios miembros encapuchados y armados de esa organización".

Después, al intentar difundirlo como cuña electoral, según el informe elevado al Supremo, la mesa nacional de HB ya no se limitó a editar, distribuir, exhibir y pagar la publicidad del vídeo, sino que, "aprovechando la campaña electoral, y precisamente por ello, cedió, de acuerdo con ETA y en continuación de la estrategia conjunta iniciada con el primer vídeo, su espacio electoral a la propia organización terrorista exponiendo los argumentos con base a los cuales la organización política pide el voto a los electores".

"No se olvide" agrega el informe, "que en esta grabación, en realidad, la petición de voto se hace por tres encapuchados de ETA con tres pistolas encima de la mesa apuntando a la cámara, con lo cual la coacción e intimidación al elector es evidente".