EE UU advierte a China Contra un ataque a Taiwan y envía, un portaaviones a la zona
La estrategia de la tensión puesta en marcha por China en el estrecho de Taiwan tiene desde ayer un nuevo protagonista. El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, anunció que una flota encabezada por el portaaviones Independence navega ya hacia Taiwan, y advirtió a Pekín que se arriesga "a muy graves consecuencias si trata de arreglar el problema por la fuerza". Las amenazas chinas son desafiadas por Lee Teng-hui, que, parapetado tras el triunfo que supone ser el primer jefe de Estado de la historia de China que convoca unas elecciones presidenciales democráticas, no se cansa de pedir a los 21 millones de habitantes de la isla "calma", y "coraje" para votarle el día 23.
La iniciativa norteamericana, claramente destinada a demostrar a Pekín que Estados Unidos está plenamente comprometido con la defensa de Taiwan, se produce después de que el Gobierno chino anunciase nuevas maniobras militares con fuego real en aguas próximas a la isla.La flota norteamericana fue trasladada a mediados de la Pasada semana a una zona próxima al estrecho que separa China y Taiwan, pero Washington ha decidido ahora acercarla a las costas taiwanesas ante las reiteradas amenazas militares hechas por Pekín en los últimos días. "Las acciones (de China) pueden considerarse actos de intimidación y coacción", declaró ayer Warren Christopher. El consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, añadió que el Gobierno chino será responsable de los problemas que esas acciones generen. Lake informó en una entrevista en televisión que a lo largo de la pasada semana sostuvo varias conversaciones con funcionarios del Gobierno chino, a los que transmitió, "en los términos más claros", el compromiso norteamericano con la seguridad de Taiwan. Aunque Estados Unidos había considerado hasta ahora que el riesgo de un ataque chino era mínimo, por las terribles repercusiones que eso tendría en el desarrollo económico dentro de China, la Casa Blanca empieza a considerar ahora que las autoridades de Pekín están dispuestas a hacer todo lo que sea necesario para evitar que Taiwan profundice en su proceso de independencia.
El tiro por la culata
Mientras tanto, el presidente Lee Teng-hui responde a los desafíos militares de Pekín con mítines electorales en los que airea la libertad de que gozan los taiwaneses, su elevado nivel de vida o e desarrollo de su democracia. El presidente ha logrado, hasta el momento, que a Pekín, cuyo portavoz de Exteriores declaró que el objetivo de las maniobras militares era "restar votos" a Lee Teng-hui, le salga el tiro por la culata. Los últimos sondeos publicados señalan que Lee ha logrado aumentar en más de 10 puntos la intención de voto hacia su reelección, y cuenta ya con más del 40% de los votantes.
Taipei vivió ayer una jornada de inusitada calma. El frío y la lluvia contribuyeron a que sus tres millones de habitantes optaran por quedarse en sus casas y la ciudad apareciera semidesierta. "No tengo ningún miedo. Todo este jaleo se acabará cuando terminen las elecciones. Cierro porque apenas ha habido clientes, ni hay gente en las calles como para suponer que ahora los habrá", señalaba anoche la propietaria de una pequeña tienda de alimentación del centro de Taipei.
"El pueblo de Taiwan debe tener confianza a pesar de la tormenta y elegir con dignidad al primer presidente elegido democráticamente en los 5.000 años de historia de China", decía mientras tanto Lee en televisión.
Los dos candidatos independientes a la presidencia responsabilizan a Lee de la escalada, de tensión en el estrecho. Chen Lian le acusa de mantener con Pekín una relación "puramente emociónal" que provoca las amenazas militares del régimen comunista, y Lin Yang-kang, de tener una lengua más rápida que una ametralladora. Sin embargo, para el cuarto candidato en disputa, el líder del proindependentista Partido Democrático Progresivo (DPP), Peng Mingmin, China es la- única a maldecir por la incómoda situación en que se encuentran los taiwaneses.
Si el lanzamiento realizado por el Ejército chino el pasado jueves de tres misiles M-9 tierra-tierra sin carga y un cuarto el sábado causaron cierta preocupación en la llamada isla rebelde, la decisión anunciada por Pekín el sábado de que las maniobras, a partir de ahora con fuego real, se extenderán hasta el día 20, en lugar de hasta el 15 como se indicó previamente, cayó como un bombazo. Taiwan teme que por un fallo humano o técnico algún misil yerre su objetivo y se estrelle contra cualquier zona densamente poblada de la isla, lo qué podría dar origen a una respuesta de Taipei y a que se desatase definitivamente un conflicto que ninguno de los dos países quiere.
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