Convergèncía condiciona su voto a la investidura de Aznar a la postura que adopten los socialistas
Jordi Pujol salvó ayer las fuertes resistencias de su partido a cualquier acuerdo con el PP y logró mantener las puertas abiertas al diálogo con los conservadores de José María Aznar. El Consejo Nacional de Convergència Democràtica (CDC, principal socio de la coalición nacionalista CiU) condicionó en la práctica su voto a la investidura de Aznar no sólo a la actitud M Partido Popular, sino también a la que observen los demás grupos parlamentarios, especialmente el socialista. Pujol apuntó que no adoptará una decisión que ponga en peligro la cohesión interna de su partido ni la confianza de sus electores, ni tampoco que coloque de nuevo a CiU en el centro de los ataques de la oposición al Gobierno español, sea éste del color que sea.
Pujol tratará de convencer a Felipe González en los próximos días, en una reunión previa a la que el líder de CiU mantendrá con Aznar, de que no descargue en exclusiva sobre los nacionalistas la responsabilidad de facilitar la investidura del líder del PP como Presidente del Gobierno.Pero Pujol no sólo le pedirá al máximo dirigente socialista que contribuya de un modo u otro a permitir que el PP pueda formar Gobierno. También le solicitará garantías de que si CiU llega a algún acuerdo con el PP para la investidura de Aznar e incluso para más adelante, el PSOE renunciará a convertir a los nacionalistas catalanes en el blanco de críticas y ataques furibundos como los vertidos por el PP sobre la formación que encabeza Pujol durante el tiempo en que ésta fue sostén parlamentario del Gobierno de González.
Pujol puso énfasis en este punto al término de la reunión ¿te ayer del consejo nacional de CDC, que se prolongó por espacio de siete horas envuelta en un acusado clima de rechazo al PP.
La inmensa mayoría de la cincuentena de consejeros convergentes que tomaron la palabra expresó su oposición frontal a dar el voto afirmativo a la investidura de Aznar. A lo sumo, la abstención, de modo que Aznar no pueda sentarse en la presidencia del Consejo de Ministros gracias únicamente a los votos de CiU. Tal posibilidad, según el sentido de dichas intervenciones, podría llegar a poner en entredicho la cohesión interna y el apoyo electoral del partido de Pujol.
De ahí la insistencia del presidente catalán en que la responsabilidad de facilitar la gobernabilidad del Estado no recae ni debe recaer exclusivamente sobre CiU, sino sobre el conjunto de las fuerzas políticas. Y en especial, añadió Pujol en una conferencia de prensa celebrada al término de la reunión del consejo convergente, sobre los partidos más votados: el Partido Popular el PSOE.
Preparativos para el relevo
Pujol criticó contundentemente los movimientos y las tomas de postura de los socialistas a lo largo de la última semana. El líder nacionalista tildó de "falta de respeto al Parlamento y a los demás partidos" el anuncio de los socialistas de que esta semana empezarán las reuniones con el PP para preparar el relevo en el Gobierno.
"Eso no es un procedimiento correcto, porque de momento Aznar no tiene apoyos suficientes para ser investido presidente" dijo Pujol. "A menos", apostilló con un deje de ironía, "que el PSOE haya decidido ya que sus diputados voten a favor o se abstengan en la sesión de investidura".
El candidato de CiU a la presidencia del Gobierno y virtual jefe del grupo parlamentario nacionalista, Joaquim Molins, uno de los dirigentes más reticentes a prestar apoyo a Aznar, reiteró sus argumentos, ya expuestos el lunes pasado en la ejecutiva de su partido.
Molins y otros miembros destacados de su grupo parlamentario son muy reacios a darle la vuelta ahora a su contundente e inequívoco mensaje electoral, según el cual CiU se comprometió ante sus electores a hacerle frente al PP. Pujol reiteró también su criterio, ya expresado en la ejecutiva, favorable a no cerrar la puerta al diálogo con el PP, esperar a oír la oferta política de los conservadores e intentar por todos los medios que, llegado el caso, CiU no se quede sola dando apoyo a Aznar.
Pese al clima general de rechazo a la colaboración con el PP, en el consejo nacional de CDC hubo diversas intervenciones que defendieron el voto afirmativo a la investidura.
Las razones del 'sí'
Tres argumentos esgrimieron los partidarios del sí: la voluntad del catalanismo político de intervenir activamente en los asuntos de España, el riesgo electoral de ir a unos comicios anticipados en agosto y la, posibilidad de seguir obteniendo contrapartidas en materia económica y autonómica a cambio del apoyo parlamentario al Gobierno.
La decisión final sobre el voto convergente a la investidura de Aznar deberá ser refrendada por un nuevo consejo nacional de CDC, según explicó Pujol al término de la sesión de ayer.
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