_
_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Periodistas (I)

Manuel Vicent

Periodista es ese tipo que escribe a toda velocidad de cosas que generalmente ignora y lo hace noche y la mayoría de las veces cansado o borracho y que no teniendo talento para ser escritor ni coraje para ser policía se queda sólo en un chismoso o en simple confidente. Esto es un alarde de masoquismo. Yo soy periodista, aunque, como dijo alguien prefiero que en casa sigan creyendo que toco el piano en un burdel. Cualquiera que presencie un suceso o conozca a fondo un hecho que le concierne, al leerlo en el periódico, encontrará siempre no menos de cinco errores. Imaginen, entonces, qué sucede con un análisis político o con una opinión emitida alegremente al amanecer o en plena nocturnidad con una copa de más. No conozco ningún analista que predijera la caída del muro de Berlín con un día de antelación, pero conozco a muchos que confunden su gastritis de duodeno con la tercera guerra mundial. Leyendo algunas memorias literarias de principios de siglo uno descubre que en el mundo del periodismo se movían unos seres casposos, patibularios, bohemíos. Pero al menos ellos se sentían antihéroes y no querían dar lecciones a nadie. Sus querella las resolvían personalmente a bastonazos en los cafés. Hoy muchos periodistas son consejero áulicos de políticos, intérpretes de los designios de la historia, conductores de la opinión pública. No aciertan ni una pero siguen. Algunos convierten sus celos o pasiones privadas en cuestiones de Estado y cuando yerran en la victoria aún pretenden administrar la derrota. ¿Hay alguien más desprestigiado en este momento que los periodistas, sociólogos, analistas y encuestadores? Hay que admitirlo. En estas elecciones los políticos han demostrado ser más sensatos e inteligentes que sus asesores o provocadores periodísticos. Tienen derecho a que no les aconsejemos más. `Que pacten lo que quieran. Este será un país aceptable cuando cada uno hable o escriba sólo de lo que sabe, después de haber hecho un par de doctorados. Y aun así no habría por qué creerle.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_