Dole llama a la unidad contra Clinton de todos los republicanos tras su triunfo en Nueva York
El senador Bob Dole, cuya candidatura se ha visto fuertemente robustecida por su triunfo del jueves en las elecciones primarias de Nueva York, ha convocado a la unidad de todos los sectores del Partido Republicano para poder derrotar a Bill Clinton el próximo mes de noviembre. "Éste es el momento de concentrarse en la unidad del partido", declaró Dole, quien ha tenido que hacer frente hasta ahora a la resistencia de los grupos conservadores de su partido, que lo encontraban demasiado moderado o demasiado implicado en la maquinaria política tradicional.
Tras su victoria en Nueva York, donde consiguió un 53% de los votos frente al 30% de Steve Forbes y el 14% de Pat Buchanan, Bob Dole cuenta ya con seis veces más delegados que su inmediato sucesor (Forbes), y está cerca de llegar a la tercera parte de los que se requieren (996) para obtener la designación del partido a la presidencia de Estados Unidos.El triunfo en Nueva York ha sido el más claro y significativo de cuantos ha alcanzado Dole en este proceso de primarias. Si bien Buchanan no estaba inscrito en todas las circunscripciones ni había prestado atención a ese Estado, Forbes había hecho una intensa campaña allí y había convertido Nueva York en una prueba sobre sus posibilidades futuras.
Pese a fracasar, Forbes ha decidido seguir en la carrera. "Ésta es todavía una situación muy fluida. Hace una semana Dole parecía estar tocado, ahora su candidatura parece inevitable. Quién sabe lo que puede pasar en otras dos semanas o tres", declaró el multimillonario editor.
Forbes no parece tener posibilidades de victoria en la gran batalla del supermartes, en la que están en juego más de 300 delegados en los grandes Estados del sur del país. Buchanan ha sido más activo y escuchado en ese territorio, y es el único con opciones de complicar todavía el camino de Dole hasta la convención de San Diego.
Reconstruir el partido
Bob Dole, sin embargo, parece haberse olvidado ya de sus rivales republicanos y se ha concentrado en la reconstrucción del partido, debilitado por la sangría interna que supone este duro proceso de primarias, y en Bill Clinton. "La era de Clinton ha terminado", pronosticó desde Florida. Nada más conocer su victoria en Nueva York, el líder republicano en el Senado hizo un esfuerzo para atraer en favor de su candidatura a los ultraconservadores y cristianos, representados por Buchanan, y a los enemigos del poder establecido en Washington, representados tanto por Buchanan como por Forbes.
"El resultado de esta noche", dijo Dole a sus seguidores en la ciudad de los rascacielos, "no es sólo una victoria de Bob Dole. La barrida en Nueva York es una fuerte declaración de unidad de los republicanos. Somos un gran partido que tiene espacio para todos los puntos de vista".
El mensaje no ha sido todavía muy calurosamente recibido por Buchanan y Forbes. Forbes advirtió que, no sólo no se sumará por ahora a la campana de Dole, sino que sigue creyendo que será él, y no Dole, quien gane la elección.
Buchanan, el comentarista ultraconservador que sembró el pánico entre los republicanos tras su victoria en las primarias de New Hampshire, dijo en Tennessee, uno de los escenarias de las elecciones del próximo martes, que sus seguidores iban a "echar abajo las puertas del partido y ocuparlo".
Pat Buchanan, quien ha descartado la creación de un tercer partido, dice estar en este proceso, si no para ganar, al menos para que sus ideas tenga representación en la convención de San Diego y en el programa republicano. En ese sentido, ha dejado claro que su respaldo le va a costar muy caro a Dole. Pero el principal obstáculo para el liderazgo de Dole parece ser el propio Dole. En los sondeos realizados en las puertas de los colegios electorales en Nueva York se demuestra que Dole será quizá el candidato inevitable, pero no es, desde luego, el deseado.
Según esos sondeos, el 57% de los votantes considera que el veterano senador no aportará ideas nuevas a la presidencia. Ése es el fantasma que, seguramente, perseguirá a Bob Dole hasta el primer martes de noviembre -la fecha de las elecciones presidenciales- y el flanco que Buchanan atacará hasta cansarse.
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