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La seguridad de Israel ante todo

Las declaraciones de casi todos los portavoces oficiales israelíes, tras los últimos ataques terroristas se han caracterizado por la indecisión sobre cómo debemos responder [los israelíes] a los actos de los atacantes suicidas. Las respuestas a menudo fueron balbuceantes y contradictorias. ¿Están ayudando Yasir Arafat y la entidad palestina a combatir el terrorismo de manera sincera, o lo están haciendo por obligación? Y en el marco de esta guerra, ¿es una medida correcta el cierre de Cisjordania, y Gaza, o será contraproducente en el futuro? ¿Se debe hacer un alto a la aplicación del acuerdo entre Israel y la OLP hasta que cese el terrorismo asesino, o no?Todos los expertos dicen que la entidad palestina está combatiendo el terrorismo a su manera, pero todos concuerdan en que es insuficiente, y que Arafat ha evitado provocar una confrontación real con Hamás.

Aunque se haya apresurado a condenar los ataques terroristas y a participar en el dolor de los israelíes y las familias afectadas, Arafat también glorificó y ensalzó al fabricante de bombas Yaya Ayash, El Ingeniero, declarando un periodo de duelo de tres días por quien fue el cerebro del asesinato de tantos israelíes transformándolo en un héroe nacional.

A la vista de esta contradicción en los mensajes que está enviando Arafat, es claro que no puede impedir, manifestaciones en las que miembros de Hamás presentan el atentado en la calle Dizengoff de Tel Aviv como un acto de valor. El problema es que nosotros también estamos participando, aunque de manera indirecta, en esta contradicción, al haber permitido la entrada de miembros del Consejo Nacional Palestino como Leila Jaled, que supuestamente continúa apoyando las actividades terroristas contra Israel.

En la respuesta al terrorismo, hay dos caminos claramente definidos: represalia y castigo o defensa. Un castigo sería, por ejemplo, aplazar la retirada de Hebrón hasta que cese el terrorismo, o impedir el libre movimiento de mercancías y materias primas desde y hacia los territorios.

Tales medidas constituirían una clara violación de los acuerdos. Esta vía de acción no debe ser adoptada, a menos que la entidad palestina apoye abiertamente el terrorismo de Hamás. Debe recordarse además que el éxito del terrorismo representa también un fracaso de Israel, no sólo de la entidad palestina.

La situación es diferente cuando se habla de una postura defensiva, incluyendo la defensa activa contra aquellos que brindan asistencia a los atacantes suicidas. Un ejemplo de esto es el cierre. No conozco un mecanismo defensivo, mejor, aunque no sea ciento por ciento efectivo. Incluso Jerusalén, que es prácticamente una, puerta abierta, puede ser cerrada de manera más efectiva. Un argumento importante en contra del cierre es que las dificultades económicas que causa a la población palestina crean un clima que fomenta el extremismo.

No cabe duda que el cierre causa dificultades económicas. Según economistas estadounidenses, en 1995 el PIB de la franja de Gaza se redujo en aproximadamente un 5%, principalmente debido al cierre. Pero también ha habido informes que indican que los palestinos han respondido en la dirección contraria: hay quienes han dicho que la población está sufriendo debido a la falta de consideración por parte de las organizaciones fundamentalistas, ya que si se ha tomado la decisión de buscar la paz, ésta debería ser cumplida plenamente, no saboteada.

Por lo tanto, debe de tenerse el cuidado de apoyar estas organizaciones. Naturalmente, hay expertos israelíes que dicen que la población palestina debe estar plenamente consciente del precio que debe pagar por el apoyo prestado a Hamás y Yihad Islámica. Esto es parte del proceso de maduración de la entidad palestina, que debe decidir su plan de acción.

En esta situación, debemos dar prioridad al bienestar de la población israelí, y no al de la población palestina. Al elegir entre las dificultades económicas del pueblo palestino y la continuación de los ataques mortales contra israelíes, debemos protegernos primero.

Las dificultades económicas de los Palestinos podrían llegar a afectar al proceso de paz, pero es claro que cuanto más funerales haya de víctimas israelíes del terrorismo, más cierta será la destrucción tanto del proceso de paz como del régimen de Arafat.

Zeev Schiff es comentarista del diario israelí Haaretz.

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