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El desastre eléctrico

Cientos de cables que no garantizan el suministro enmarañan Manjirón

Vicente G. Olaya

Mangirón, Manjión -los vecinos no se ponen de acuerdo a la hora de escribir el topónimo- es un núcleo atrapado por los cables de la luz: todo el casco está lleno de postes y líneas eléctricas y, sin embargo, a las casas no llega electricidad suficiente. Y todo ello porque es el Canal de Isabel II el que suministra la energía a esta pedanía de Puentes-Viejas (425 habitantes).José de Castro, director de producción del Canal, lo explica: "Es una historia viejísima que habla de una época con cuatro casas en la sierra. En aquellos tiempos [los años veinte], el Canal, que trazaba sus propios cables de alta tensión para construir los pantanos de la zona, alargó sus líneas hasta Manjirón. Se quiso hacer un favor a este pequeño pueblo serrano que desconocía en aquellas fechas remotas la luz eléctrica. Luego pasaron los años, y en la década de los ochenta, el pueblo creció: llegaron las urbanizaciones y los veraneantes. Las viejas líneas se quedaron pequeñas para las necesidades de la nueva población".

El propietario del bar Las Eras comenta: "Durante los fines de semana es cuando mayores problemas hay: la población se cuadruplica. Hay gente que no puede poner el frigorífico porque, no le funciona. Yo, por ejemplo, he tenido que quitar las bombillas halógenas porque no se encendían bien. Parecían luces intermitentes. Alguna vez han tomado la tensión en la puerta de mi local y no supera los 150 voltios".

Mateo Fernández, concejal socialista, reconoce además que los vecinos "apenas pagan luz". "La media es, de unas 3.000 pesetas por familia cada dos meses. Se le paga al Ayuntamiento para que este mantenga el tendido eléctrico", comenta. Y es que, como el Canal hace años que no invierte en la distribución de la luz, este pequeño Ayuntamiento ha tenido que asumir los gastos. Por eso, todo el pueblo es un conglomerado de jables colgando de las casas, en completo desorden. "La verdad es que Manjirón es un desastre eléctrico", remacha el Canal. Hasta en la iglesia parroquial, varios manojos de gruesos hilos negros se anudan en el campanario y cruzan la plaza en varias direcciones.

El Ayuntamiento, a su vez, se niega a pagar al Canal la electricidad que éste le suministra. "Calculamos que el consistorio debe unos 80 millones. Sin embargo, el Ayuntamiento no reconoce esta deuda", explica el edil Mateo Fernández. "Es que el Canal nos debe por otros conceptos", dice el. alcalde, Enrique García, independiente. Pero la situación puede cambiar pronto.. El Ayuntamiento ya ha anunciado que en breve "Iberdrola se hará cargo del suministro". "y entonces se acabarán los problemas", cree el regidor.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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