Encuestas
El viejo tópico de mi profesión "No le digas a mi madre que soy periodista; ella cree que soy pianista y toco en un burdel" va a tener que extenderse a otro terreno de las habilidades humanas: el de los encuestadores. O sea, no le digas a mamá que hago encuestas para una empresa de sondeos electorales porque va a tener que soportar la mofa y la befa de todo el barrio.
Y es una lástima, porque se trata de una bella ocupación que da trabajo, como mínimo, al excipiente de sociólogos y a no pocos psicólogos, y puede incluso que a algún ingeniero agrónomo en paro. Pero el desprestigio que se cierne sobre las empresas que últimamente nos han estado dando la vara con sus apreciaciones no augura un buen futuro para esta profesión, y algunos podrían empezar a dar clases de piano. Yo no creo que la diferencia brutal entre los resultados reales y las predicciones de estos expertos se deba sólo a que los encuestados mienten. Hay algo básicamente gilipollas en la mayoría de las preguntas que te hacen. Ejemplo: "¿Usted a quién prefiere? ¿A Fulanito, Menganito o Zutanito". Y una: "A ninguno de los tres". "Eso no se puede contestar", responde el currito que te interroga, que no tiene ninguna culpa y además sólo es un mandado.
Entonces intentas razonar: "Fulanito me gustaría si no fuera por esto y lo otro, Menganito nunca me gustó y Zutanito sólo me gusta a ratos". Ahí el interlocutor encuestante se agarra como clavo ardiendo al resquicio de esperanza y pone una cruz al lado de Zutanito. Y una le deja hacer, porque una es buena. Pero así, tacita a tacita, se han ido realizando las encuestitas.
Conclusión: espero que en las próximas elecciones sean cuando sean tengamos al menos el alivio de que los medios de comunicación nos eviten tener que pasar por semejante cachondeo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.