La Bolsa perdió ayer un 1,5% en una jornada mas calmada, pero dominada por el pesimismo
Los mercados financieros vivieron ayer una jornada más tranquila, si bien continuaron las ventas de inversores extranjeros y de los institucionales. La Bolsa de Madrid cerró perdiendo el 1,49% en su índice general que quedó en 324,10 puntos. En el mercado de deuda se amplió el diferencia de tipos de interés con Alemania y la peseta, más estable, perdió tres céntimos frente al marco. El Banco de España mantuvo el tipo de interés.
Las ventas institucionales, como pronosticaron el lunes algunos analistas, han incidido sobre las cotizaciones en el mismo sentido que la especulación, con lo que la Bolsa española bajó ayer 4,93 puntos, un 1,49%, que dejaron el índice en 3 24, 10 puntos. A pesar de todo, el dato del cierre no es el peor de la sesión, ya que en algunos momentos el índice se situó en el nivel más bajo del año, triste mérito para una situación política que en sólo dos sesiones ha llevado a la Bolsa desde sus niveles máximos, el pasado viernes, a los mínimos.Los analistas insisten en el previsible castigo para todos los activos denominados en pesetas, sean de renta fija o variable, como consecuencia de la aparente imposibilidad de España para cumplir los objetivos de convergencia con Europa, por un gobierno a todas luces más débil que el que pretendía derribar. El mentidero bursátil, acostumbrado a la especulación, incluso teórica, dedica la mayor parte de su tiempo a las quinielas políticas y nadie parece capaz de sacar un pleno, pero en lo que están de acuerdo casi todos es en que para este viaje no hacían falta alforjas.
La contratación volvió a ser muy elevada, casi 65.000 millones de pesetas, y sólo en los últimos minutos se dejó sentir la mano de los cuidadores para evitar que el mercado añadiera la etiqueta de mínimo del año a un proceso ya preocupante.
El mercado de deuda no escapó al desmantelamiento de posiciones de la inversión extranjera y, aunque abrió con una ligera recuperación, a lo largo de la mañana la acumulación de pérdidas elevó el diferencial con el bono alemán hasta los 3,90 puntos. A las 18.00 horas, y gracias a que el bund perdió terreno empujado por los recortes en Estados Unidos, se estrecharon los márgenes y el diferencial entre la obligación española y el bund alemán -que mide la confianza de los inversores en España- se quedó en 3,66 puntos, sólo tres centésimas por encima del día anterior. Esta caída de los precios de la deuda tuvo cierta repercusión en las subastas de bonos y obligaciones del Estado, en las que las rentabilidades se ajustaron ligeramente al alza. El bono a tres años alcanzó el 8,989% de rentabilidad, con 0,086 puntos de subida, mientras que las obligaciones a 10 años quedaban en el 9,952%, con un avance de 0, 174 puntos. En el mercado secundario de deuda también hubo una aproximación de las rentabilidades al 10% después de una ligera mejoría por la mañana.
La peseta fue el único activo que mostró cierta estabilidad, aunque los analistas señalaban la presencia del Banco de España en el mercado, sin llegar a referirse en ningún momento a una intervención. A lo largo de la pasada semana ese mismo mercado señalaba las posibles actuaciones del banco emisor español en el sentido contrario, es decir, interviniendo para evitar a apreciación de la peseta. El cambio medio (13.00 horas) rente al dólar fue de 125,28 pesetas, con una pérdida de 41 céntimos por parte de la moneda española, mientras que con el marco se llegó a un cambio de 84,66 pesetas, 12 céntimos mejor que el del día anterior. A las 18.00 horas la peseta cotizaba a 84,60 unidades por marco y a 124,80 por dólar, que perdió por la tarde la fortaleza de por la mañana con las monedas europeas.
El Banco de España mantuvo fijo el tipo de interés en la subasta decenal de certificados en el 8,75%.
Con todas estas reacciones presentes, los analistas no esperan un cambio de postura por parte de los inversores porque nadie ve muy clara la posibilidad de formación de un gobierno estable. Lo que interesa en este momento a los analistas es la posibilidad de formación de un Gobierno, primer paso para frenar las caídas y, después, la solidez del soporte de la zona del 310%/315%, por si acaso los políticos no llegan a un acuerdo con la velocidad suficiente.
Douglas Johnson, director de estrategia de inversiones internacionales y vicepresidente de Merrill Lynch, uno de los primeros bancos de capitales en el mundo, afirmó ayer que "el bajo nivel de retorno que ofrece el mercado español no se corresponde con el elevado nivel de riesgo que supone colocar el dinero en acciones españolas", informa Juan Manuel Zafra.
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