El PNV considera que los resultados le abren la posibilidad de "intervenir. en España"

El PNV está convencido de que la escasa diferencia de escaños entre el PSOE y el PP en el Congreso es campo trillado "para que el PNV pueda intervenir en España". El cabeza de lista en Vizcaya, Iñaki Anasagasti, se mostró ayer optimista: "Todo está abierto y todo es posible". El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, consideró que el PP va a tener muchas dificultades para gobernar en España. La respuesta del máximo responsable del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, llegó al filo de la medianoche: 'Tos crecimientos lentos y sostenidos son los importantes. Seremos capaces de construir una nueva mayoría".

El presidente del 1996 PNV, que se pasó gran parte de la campaña aconsejando a José María Aznar que no quemara la tierra bajo sus pies, fue el primero en pintar el escenario en el que se va a mover a partir de ahora. "Va a ser difícil que forme Gobierno y tendrá más difícil que nunca formar un Gobierno fuerte y sólido porque con el apoyo de los nacionalistas catalanes no hay mayoría" comentó Arzalluz. Aseguró que los nacionalistas vascos no "vamos a ir a poner zancadillas a Aznar", y comentó que la vocación del PNV no es ni la de "hipotecar" su programa en aras a la gobernabilidad ni "chantajear" al partido ganador.Arzalluz dijo que le toca a Aznar hacer realidad el ofrecimiento de tender la mano y de colaborar con las comunidades autónomas realizado por el líder popular en su primera alocución pública tras conocer los resultados. "'En el Estado español no ha habido cultura de coalición ni con Suárez ni con los socialistas. Entendemos que para hacer que haya un gobierno fuerte y sólido es necesario compartir los programas y respetar a los demás", agregó el presidente del PNV.

Al valorar el descenso de votos de Herri Batasuna, Arzalluz manifestó que, a tenor de los resultados, se impone la reflexión en el ámbito de la izquierda abertzale porque el "descenso permanente se ha confirmado". Calificó de "decoroso" el resultado del PSOE.

Los dirigentes del PNV se habían mostrado confiados desde primeras horas de la noche en revalidar los cinco escaños de las anteriores elecciones y en ser la fuerza más votada en Euskadi, rebasando los 300.000 votos. Una vez confirmado esto, Iñaki Anasagasti pidió que las presidencias del Congreso y del Senado recaigan en los partidos de la oposición. Para Anasagasti, los resultados electorales obligan a un pacto de pluralidad para dirigir las instituciones.

Castigo a HB

El secretario general del'PSEEE, Ramón Jáuregui, consideró que el descenso de HB demuestra que el electorado ha castigado la "estrategia de la violencia, del acoso y del amedrentamiento fascista, y que la sociedad vasca demuestra su apuesta por la democracia y por la paz".

Además de felicitar y agradecer a los electores el apoyo dado a su partido después de una campaña y una legislatura llenas de duros ataques, Jauregui afirmó que pese a la opinión extendida de que el electorado vasco es un electorado nacionalista, los resultados de ayer demuestran el paulatino descenso de este voto. "No es verdad que el electorado vasco sea nacionalista", afirmó. "Hoy hemos podido comprobar que el porcentaje de los votantes que apoyan a las fuerzas nacionalistas es el 46%, mientras que el resto de las fuerza contamos con el 52%". Añadió que este dato debe ser tenido en consideración a partir de ahora.

Jáuregui atribuyó los buenos resultados del Partido Socialista de Euskadi a su política de integración y moderación, de "construcción real de país". Y aseguró que el PSE "se reafirma en su actual política de alianza?, en referencia a su pacto de gobierno con el PNV y EA.

El máximo representante de la oposición en el Parlamento vasco, Jaime Mayor Oreja (PP), aseguró que los resultados obtenidos en el País, Vasco son muy alentadores para el fin de la violencia, "porque representan una apuesta por la paz y la tolerancia". El descenso registrado por los independentistas violentos fue interpretado por Mayor Oreja como una muestra de que el fenómeno de ETA está en un "ciclo regresivo, en un proceso de marginalización y de pérdida de apoyo social".

La reacción de la Mesa Nacional de Herri Batasuna se produjo en Zarautz (Guipúzcoa). Al contrario que en anteriores elecciones, en que celebraron sus resultados junto a la militancia en espacios abiertos, los independentistas se encerraron en su sede de la localidad guipuzcoana junto a un gran cartel de los presos de ETA y una pancarta solicitando la independencia. La primera palabra de su dirigente Carlos Rodríguez fue para enviar un saludo a los presos de ETA, y para decir que HB tiene una "sensación de alegría porque interpreta que su proyecto político ha salido fortalecido de estas elecciones".

Para Carmelo Landa los resultados son buenos, a pesar de que ha sido "una campaña en la que uno de nuestros portavoces ha sido encarcelado y la Mesa Nacional está amenazada de cárcel. No es éste nuestro terreno", agregó.