_
_
_
_
_
NECROLÓGICA

Fernandez Figueroa, 'in memóriam'

El pasado 25 de febrero moría Juan Fernández Figueroa, nombre asociado desde siempre a la revista Índice, a la que entregó, con sacrificios permanentes, su vida.Terminados sus estudios de periodismo, formando parte de una promoción de grandes periodistas, Juan Fernández Figueroa compró Índice, convirtiéndola en una revista internacional: no había materia humanística o científica que no fuera tratada de alguna forma en sus páginas; al español se le informaba de la vida intelectual de todo el mundo. Se llamó en los primeros años Índice de Artes y Letras; pero, tras el arte y las letras, existía ya un trasfondo de alta política: contribuía a reconciliar las dos Españas, poniendo las primeras piedras de la transición y del consenso posteriores. En pleno franquismo realizó, con palabras de Raúl Morodo, "una acción cultural literaria y política- de recuperación, entre otros, de Baroja o León Felipe, de Juan Ramón Jiménez o, incluso, de Azaña". En tal sentido, el número 70-71, monográfico dedicado a Pío Baroja, sería el número-insignia de Índice; seguirían otros dedicados a Ortega, Marañón, Valle-Inclán, Ramón Gómez de la Serna, etcétera. Viajó mucho a México, donde le acogieron los "transterrados". Viajó asimismo a Cuba, al poco de triunfar Castro, y allí formó parte del jurado del Premio Casa de las Américas.

Personalmente, se distinguía por una humanidad abrumadora que le llevó a ayudar, en trances decisivos, a toda clase de intelectuales y escritores de las más diversas y contradictorias procedencias. El ejercicio de la concordia, del sentido del humor y de la paciencia constituyó un auténtico magisterio para los que le trataron asiduamente. Siempre se consideró hombre de pueblo, dedicando a Ruanes -donde se dio sepultura a sus restos mortales- unas páginas de extraordinaria belleza. Y sus dos Libros del yo reflejan un profundo conocimiento de la condición humana que ya trascendía en sus mismas conversaciones.

Con el sentido del riesgo y de la aventura que le caracterizó siempre, F. F. desafió al destino que aguardaba a aquellas revistas que desempeñaron un papel inapreciable en la dictadura, pero que, en cierto sentido, se volvieron innecesarias en la democracia. Nuevo Índice -cuyo primer número presentaron, en una ocasión memorable, Serrano Suñer y Raúl Morodo- sucumbió enseguida.

La incomprensión y cierto deterioro físico le indujeron, en los últimos años, a aislarse dolorosamente del exterior -incluidos los amigos que más le admiraban-.Un breve paréntesis que parecía prometer su recuperación le permitió asistir al homenaje que se le rindió, en septiembre pasado, en la Casa de América: se presentaba el libro que recogía un estudio sobre Índice y las respuestas de antiguos colaboradores y suscriptores a una encuesta sobre lo que representó la revista en la sociedad y la cultura españolas. -

En la Universidad de Amsterdam. se ha leído ya una tesis sobre Índice, dirigida por Iris Zavala, y jóvenes investigadores de la Universidad de Extremadura comienzan a interesarse por esta publicación, que fue obra de quien puede ser considerado, sin ningún género deuda, un extremeño universal-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_