La Audiencia absuelve al mendigo de sus crímenes y le recluye en una cárcel
Francisco García Escalero, de 42 años, la biografía criminal más dantesca de la crónica negra madrileña de este siglo, pasará los próximos años de su Vida en el psiquiátrico penitenciario de Fontcalent (Alicante). La Audiencia de Madrid, en una sentencia que hizo pública ayer, le declara autor de 11 asesinatos, una agresión sexual y un rapto, pero le absuelve de todo ello porque le considera un "enajenado mental". García Escalero, según el fallo, no podrá salir de Fontcalent hasta que sane, y siempre bajo la autorización del tribunal.La Sección 1ª de la Audiencia madrileña, que preside José Manuel Maza, ha ordenado a la dirección de Fontcalent que impongan un tratamiento sanitario adecuado a su mal y que, cada seis meses, le informe de su estado. Tras su entrega / detención en 1993 (él mismo pidió ser encerrado para no seguir matando), García Escalero estuvo preso, como preventivo, en Fontcalent. Los forenses que le exploraron durante el juicio advirtieron al tribunal que el tratamiento al que había estado sometido debía modificarse por incorrecto. Así lo hará saber el tribunal a la dirección de Fontcalent.
El tribunal razona la absolución: "Los trastornos que padece [esquizofrenia, manía depresiva y diversas psicopatologías, paradigma de locura, alcoholismo crónico, trastorno de la inclinación sexual, necrofilia...] son de suficiente entidad como para anular sus capacidades intelectivas y volitivas".
García Escalero, conocido como el mendigo asesino, confesó en el juicio que mató a sus víctimas guiado por una irresistible "fuerza interior" que despertaba en él un instinto asesino. La mayoría de sus víctimas eran, como él, mendigos.
Ese irrefrenable impulso asesino, indica el tribunal en la sentencia, se apoderaba de él en cuanto bebía alcohol y tomaba tóxicos. La sentencia detalla la sevicia de las once atrocidades que cometió García Escalero entre agosto de 1986 y septiembre de 1993. Para la mayoría de sus asesinatos eligió como escenario el cementerio madrileño de La Almudena (también sufre necrofilia). Llevaba allí a sus víctimas, bebían hasta la saciedad y luego, a traición, le acuchillaba o golpeaba en la cabeza. Después quemaba los cadáveres.
Aunque le declara insolvente, el tribunal establece en la sentencia que indemnice con 20 millones de pesetas a Agustín Criado Maroñas y María Martín Sierra, familiares de su última víctima. También deberá indemnizar con 10 millones a Félix Serrano Blanco, hermano de otro asesinado.
PASA A LA PÁGINA 5
El tribunal lamenta la inexistencia de hospitales donde encerrar a enfermos mentales violentos
Los familiares que se despreocuparon en vida de los mendigos asesinados no serán indemnizados
VIENE DE LA PÁGINA 1A los familiares de las otras víctimas, el tribunal les niega las indemnizaciones, porque "no mantenían relación de afectividad" ni se preocuparon de ellas cuando vivían. Eran mendigos, sin techo. Asegura la Audiencia que, salvo en los casos antes citados, la muerte del familiar no supuso "ningún menoscabo patrimonial". El hermano de uno de los mendigos asesinados admitió, al ser informado del crimen, que llevaba 20 años sin saber nada de él.
José Emilio Rodríguez Menéndez, abogado de García Escalero, anunció ayer que no recurrirá la sentencia. "Cada seis meses va a ser sometido a una revisión y cabe la posibilidad de modificar su actual situación", explicó el letrado. En el juicio, Rodríguez Menéndez pidió al tribunal que enviase a García Escalero a un hospital psiquiátrico civil. "Creo que la sentencia", indicó, "se ajusta a derecho; y me consta que, aparte de Fontcalent, ningún otro centro ha querido hacerse cargo de él".
El tribunal entiende que García Escalero es una persona muy peligrosa, cuyo "riesgo de fuga sería incuestionable" en un centro abierto. Los magistrados consideran, pues, que Fontcalent es un lugar adecuado y proporcionado a su peligrosidad, ya que se trata "de un centro especial" en el que "prevalece el carácter asistencial" al punitivo.
El tribunal lamenta, no obstante, la falta de hospitales psiquiátricos cerrados en la red pública, fruto de una corriente "antimanicomios". Tras la extinción de los antiguos manicomios provinciales, algunos jueces de la Audiencia se han quejado de la falta de hospitales psiquiátricos cerrados que reúnan condiciones de seguridad y medios adecuados para tratar a este tipo de enfermos. "Los establecimientos psiquiátricos son centros destinados al cumplimiento de las medidas de seguridad privativas de libertad aplicadas por los tribunales", explica al respecto este tribunal.
García Escalero, el mendigo psicópata, volverá, pues, a Fontcalent, donde ya estuvo tras su entrega/ detención en 1993.
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