El Opus replica a González: "Estamos tan ajenos al PP como al PSOE"

El Opus Dei no se considera un grupo de presión. Se autodefine sólo como una institución apostólica de objetivos "única y exclusivamente espirituales". La primera arremetida de Felipe González contra la Obra, en una entrevista con un semanario francés, ha sorprendido. González manifestó en ella que una victoria de la derecha en las elecciones provocaría "el regreso masivo del Opus". Un portavoz de esta organización replicó: "Estamos tan ajenos políticamente al PP como al PSOE, o a cualquier otro partido político". Fuentes de esta institución apuntaron que ahora en el PP hay pocos dirigentes relevantes del Opus.

En el Opus han recibido las declaraciones de Felipe González con extrañeza. Estas y otras invectivas, nada nuevas, procedían habitualmente en anteriores campañas electorales de Alfonso Guerra o de dirigentes políticos de su entorno; es decir, de los denominados guerristas. Nadie en la Obra quiere replicar públicamente esas declaraciones de González porque sería como entrar en campaña. Dicen que nunca lo han hecho y que, además, eso "desnaturalizaría" el sentido espiritual de esta institución.Las alusiones a que esta institución de la iglesia católica podría vivir mejores momentos con un gobierno del PP son recibidas con mal gesto. Se niegan tajantemente. En este sentido se explica que la Obra mantiene en España sólo una quincena de colegios y que por tanto con ese despliegue no se puede marcar ninguna pauta. También se especifica que algunos de esos centros de enseñanza están concertados para su funcionamiento con el Ministerio de Educación, como el caso del Tajamar del madrileño barrio de Vallecas, y se someten a las mismas normas jurídicas y fiscales que los demás colegios concertados.

Fuentes del Opus aseguran que en el PP no hay ahora muchos dirigentes importantes que formen parte como miembros de la Obra. Replican que existen también simpatizantes de, otras muchas formaciones políticas -se cita al PNV, a CiU, a Eusko Alkartasuna e incluso al PSOE-, pero no se aporta ningún dato y menos algún nombre. No hay ficheros con la filiación política. Afirman que a nadie se le pregunta, para formar parte del Opus, de dónde viene o qué ideología tiene. También se argumenta que nunca se conversa o discute de política en sus residencias.

La significación de determinados dirigentes del PP a favor del Opus, sin embargo, no es un secreto en muchos casos. Algunos políticos de este partido, muy conocidos, así lo expresan públicamente en entrevistas.Trillo y Tocino

Es lo que hace, por ejemplo, Federico Trillo, último vicepresidente de las Cortes y candidato más que probable a la cartera de Justicia. Teóricamente es el único ministrable en estos momentos de la dirección del PP que forma parte del Opus. Trillo no es que presuma de ser miembro supernumerario de la Obra pero no encuentra tampoco ninguna razón para ocultarlo. Algo similar ocurre con Isabel Tocino, miembro de la directiva nacional del PP. Tocino, sin embargo, no está en la listas para ningún cargo de importancia en el juego de quinielas que los periodistas practican estos días. La exclusión de Tocino no se debe a su vinculación con la Obra sino a su enfrentamiento con Miguel Ángel Rodríguez, hombre de confianza y jefe de prensa de Aznar. Otros nombres propios del PP, como el diputado nacional granadino Andrés Ollero, sí aparecen entre las personas que se manifiestan del Opus y que podrían ejercer responsabilidades de segundo nivel en un futuro ejecutivo del PP.

En la oficina del Opus Dei en Madrid no quieren comentar ni valorar ningún nombre de dirigentes del PP o de otros partidos porque entienden que la ideología es una opción personal. A la Obra, en cualquier caso, tampoco le ha ido mal desde la llegada de la democracia y del PSOE al poder en España. En 1975, cuando falleció el fundador del Opus, José María Escribá de Balaguer, y también el dictador Francisco Franco, había en este país 21.000 miembros. Ahora hay 28.000.

En el Opus sostienen que tienen miembros de todos los ámbitos ideológicos y ponen como ejemplo que los católicos pueden votar y de hecho votan a partidos de izquierda "si en conciencia esa acción no les produce ninguna contradicción interna". Este matiz se refiere a que "difícilmente" un católico o un miembro del Opus congruente puede votar a un partido progresista en asuntos como el aborto o la eutanasia, en alusión al PSOE y a IU.