Felipe González pide en Barcelona la ayuda de la izquierda para hacer realidad el "no pasaran"
ANABEL DÍEZ / LUIS MAURI A por los 50.000. Ése era el reto. Y más de 45.000 gargantas socialistas, según los organizadores, exaltaron anoche en Barcelona a Felipe González hasta límites desconocidos en el PSOE. El PSC sabía que en Valencia José María Aznar llenaba el campo de Mestalla, por lo que quisieron preparar a su líder una jornada política que no quedara empañada por el acto de los populares. En ese clima, Felipe González casi gritó: "Mientras tenga vuestro apoyo, no pasarán". Y a fin de "parar a la derecha" pidió el voto de los simpatizantes de IU, de las mujeres, de los jóvenes y de los trabajadores.
Era la "catedral del socialismo" cómo ampulosamente denominó el ministro José Borrell al Palau Sant Jordi, de 17.000 localidades (la actuación de Prince llevó allí a 23.000 personas, con el recinto repleto). Pero el Palau estuvo abarrotado ayer no sólo en la pista y los pasillos, también miles de personas aguardaban en el exterior. Y allí sólo se barajaban dos opciones: "Felipe o Aznar"; así lo dicen los lemas de campaña del PSC. Entre las siete de la tarde y las diez de la noche se desgranaron discursos permanentemente interrumpidos por las infatigables ganas de jarana de los miles y miles de simpatizantes socialistas. Fue el público el que primero coreó el "no pasarán"; y González, cuando pudo hablar -la- ovación y el grito de "presidente, presidente", se prolongaron durante ocho minutos- lo cogió al vuelo: "Si tengo vuestra ayuda, no pasarán".El mensaje que González quiso ayer transmitir fue directo, sin andarse por las ramas: "Pido el voto a los jóvenes"; "pido el voto a los trabajadores"; "pido el voto a las mujeres". Y así continuó con la petición hacia los catalanistas, los pensionistas y todos los sectores sociales que quieran "una España solidaria, moderna, que siga el proceso de transformaciones".Pero los ecos de lo que debía de estar ocurriendo en el campo del PP parecían llegar. El ex vicepresidente Narcís Serra hizo referencia a ellos, así como otros dirigentes del socialismo catalán. González pidió respeto para las personas famosas que "libremente" muestran su apoyo al PP y como quiera que Gila y otros compañeros habían hecho referencia a Julio Iglesias y a Raphael, decidió hacer un comentario con intención. "Algunos de los que ganan tanto dinero podrían dejar en su país algo para la salud pública y la educación. El siglo XXX
González, seguidamente, recordó que había recibido a Julio Iglesias en la Moncloa y que desde entonces le tenía gran aprecio. Después, el trallazo: "Me gustaría que colaborara no sólo con el señor Aznar sino también con su país en materia de impuestos". No acabó ahí la cita al cantante afincado en Miami. González le dio la razón en cuanto que éste, piropeando a Aznar, había proclamado que es "un líder del siglo XXX". "Tiene razón Julio Iglesias, porque puede que entonces gobiernen los robots y las máquinas".
Parece claro que González no dejará de lamentar, hasta que hoy se cierre la campaña, no haber mantenido un debate cara a cara con Aznar. Esta negativa le sirve para decir que si el líder del PP no quiere un debate con él solo, cómo va a debatir en el futuro, si es que gana las elecciones, con los representantes de todos los grupos parlamentarios, o en Europa con 14 jefes de Estado o de Gobierno.Dejado este capítulo de ataques a Aznar, fue a lo suyo: a la petición de voto; y a explicar por qué cree que a la mayoría de la sociedad le sigue interesando que gobierne el PSOE.El clima que revivía en el Palau Sant Jordi necesariamente contagió al líder socialista, que desterró cierto aire de despedida que había adoptado en otros mítines. Como tanta gente gritaba el "vamos a ganar", él ramachaba con frases alusivas a la posible victoria: "Vais a ver qué cara se les pone el día 3 por la noche". Ciertamente, en Cataluña los socialistas tienen unas expectativas que les permiten pasear ese aire de euforia.El líder socialista agradó a todos. Habló de tolerancia, del hecho diferencial catalán, de sus "paisanos" andaluces que ya son catalanes porque desde hace décadas viven y trabajan en Cataluña. La actriz Rosa María Sardà presentó el acto y fue ayudada por otros actores que declararon su apoyo a Felipe González y, en algún caso, su desafecto a Iniciativa per Catalunya. En su justificación de voto arremetían contra quienes durante estos casi tres últimos años sólo se han dedicado a "crispar la vida política". El dirigente socialista francés Lionel Jospin, invitado especial al acto, escuchó con agrado el grito cerrado: "Visca, vIsca, visca, Catalunya socialista
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