Fracasa el intento de coalición entre islamistas y conservadores turcos

El intento de formar una coalición de Gobierno entre conservadores e islamistas en Turquía fracasó ayer. El líder del conservador Partido de la Madre Patria, Mesut Yilmaz, abandonó ayer, tras dos horas de discusiones, una reunión de su grupo con el islamista Partido del Bienestar, el más votado en las elecciones del pasado 24 de diciembre. La reunión pretendía ultimar un acuerdo para el reparto de carteras en un Gobierno de coalición.."Me temo que las conversaciones han concluido en un desacuerdo", aseguró Yilmaz en conferencia de prensa después de abandonar la reunión con Necmettin Erbalcan, líder del Partido del Bienestar. "Desgraciadamente", añadió, "nuestra visión de Turquía en el mundo es muy diferente".

Dos meses después de las elecciones, Yilmaz es el tercero en fracasar en el mandato dado por el presidente, Suleiman Demirel, para formar un Gobierno estable. El líder del islamista Partido del Bienestar, como grupo más votado,fue el primero en recibir el encargo y el primero también en no tener éxito. Fracasó después la primera ministra en funciones, Tansu Çiller, que encabeza un Ejecutivo provisional prácticamente desde septiembre, cuando se, rompió su pacto con Yilmaz.

El pasado lunes, Yilmaz y Erbakan aseguraron haber llegado a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición con un primer ministro rotatorio, el reparto de las carteras económicas y el papel del Islam han sido los dos impedimentos del anunciado pacto. Yilmaz aseguró ayer que había hecho muchas concesiones a su pretendido socio Erbalcan pero que debían quedar en sus manos las carteras económicas Economía, Finanzas, Tesoro, Privatizaciones y Comercio Exterior, así como la Dirección de Asuntos Religiosos.

La respuesta del líder islamista fue muy clara. "Primero dicen que somos socios, que somos hermanos, después que los socios no tienen nada que decir sobre asuntos económicos. Es como decirle a tu socio en un negocio que no puede tener ningún control sobre la, caja".

El fracaso del tercer intento de formar un Gobierno en Turquía se produce en un momento especialmente delicado, debido al agravamiento de las tensiones con Grecia por la posesión de unos islotes.