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Continúa la alerta por el temporal en toda la sierra

Ningún pueblo ha quedado incomunicado después del temporal de nieve del pasado martes, más suave que el del pasado enero. Esta vez, el gobierno regional movilizó todos los medios en cuanto recibió la alarma de los servicios meteorológicos, para que no quedasen poblaciones aisladas ni carreteras cerradas, como ocurrió durante catorce días a finales del pasado mes de enero. En numerosos pueblos de la sierra, las patrullas municipales dedicaron todo el día a echar sal sobre las calles y aceras, mientras en las carreteras los servicios de conservación arrojaban un total de 70.000 kilos de sal. Los responsables regionales piden prevención extrema al circular por esta zona.Hasta mañana no se espera una mejoría, por lo que ayer se reunió el director general de Protección Ciudadana, Luis Mallo, con los alcaldes de la zona noroeste y responsables técnicos del servicio regional de Conservación de Carreteras, de Servicios Sociales y la Agencia de Medio Ambiente, así como representantes de la Guardia Civil de Tráfico y de Protección Civil. Todas estas instituciones están en situación de alerta. Mallo explicó que once máquinas quitanieve patrullan desde ayer a mediodía las carreteras de la sierra para actuar en cuanto nuevos copos comiencen a caer.

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Los pueblos de la sierra luchan con sal contra el hielo

VIENE DE LA PÁGINA 1

En el puerto de Navacerrada se apostaron por la mañana dos vehículos de bomberos -un equipo de salvamento y un coche de apoyo con material- En la noche del martes, una de sus dotaciones tuvo que subir 20CI litros de gasoil para 100 niños que se encontraban en un albergue. El combustible para la calefacción se terminaba y los responsables de la excursión escolar avisaron a los bomberos después de que los camiones de reparto de gasoil considerasen imposible subir en medio de la nevada.

A pesar de los 14 grados bajo cero que se registraron en la madrugada del miércoles, la ocupa ción del aparcamiento del puerto de Navacerrada a mediodía de ayer era del 50%, unos 200 a 250 coches, según cálculos de Protección Ciudadana. Ayer era necesario el uso de cadenas en este puerto, así como en los de Cotos y Canencia. A las seis de la tarde, la temperatura bajaba de nuevo a ocho grados bajo cero.

Los puertos de La Morcuera y Navafría estaban cerrados. En la subida a este último puerto desde Lozoya, los vecinos de la urbanización La Fuensanta pidieron una máquina quitanieves que despejase la bajada hasta el pueblo, cerrada desde el lunes. En Lozoya, sólo un alguacil del municipio se ocupó durante todo el día de echar sal en las calles, bastante peligrosas por el hielo. "No queremos llamar para pedir más ayuda, porque en otras zonas estarán peor", dijeron con humildad en el Ayuntamiento.

Más cara le está saliendo la nevada al alcalde de Cercedilla, Eugenio Romero, quien calculó en 400.000 pesetas al día los trastornos que el temporal ocasiona en su municipio. "La nieve es muy bonita y necesaria", declaró Romero a la agencia Efe, "pero a nosotros nos obliga a pagar horas extraordinarias a los operarios y, en cuanto a las placas de hielo, en los últimos tres días hemos tenido que echar 40.000 kilos de sal, que estropean el asfalto". El alcalde aseguró que ayer la situación estuvo controlada porque se mantuvo "un dispositivo municipal de 20 personas activo desde las 4.3". Romero ha ofrecido a la comunidad terrenos para un aparcamiento desde donde organizar un servicio de autobuses a las estaciones de esquí, como ya ocurre desde Rascafría y Navacerrada. El alcalde de esta última localidad, José Félix Quintana, reiteró su demanda de un sistema de telecabinas desde el pueblo a las estaciones.

No se puede mantener una infraestructura de acceso a los puertos que tiene más de 30 años", se quejó.

En los demás pueblos de la sierra la situación era tranquila. En Rascafría, una numerosa brigada del ayuntamiento pasó la mañana repartiendo sal por las calles, al igual que en San Lorenzo de El Escorial. En Collado Mediano, fuentes municipales comentaron el despiste de los conductores más madrugadores quienes, ajenos a las inclemencias, salieron sin cadenas en las ruedas. "Hubo varios que se atravesaron en la calzada, al resbalar sobre el hielo, pero no hubo heridos", señalaron.

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