El agua, un debate político confuso

Desde hace unos años se ha establecido un debate político en relación con los problemas hidrológicos que, al parecer, no nos lleva a ninguna parte. El Gobierno insiste en mantener como eje de su política hidrológica la construcción de trasvases; pero la oposición que esto ha suscitado ha hecho embarrancar el Plan Hidrológico Nacional, a pesar de contener elementos muy valiosos y bien elaborados para desarrollar una política hidrológica avanzada en nuestro país.Por otra parte, el Partido Popular parece haber hecho bandera de su política el incrementar la explotación de las aguas subterráneas. Ante esta situación muchos hidrogeólogos nos sentimos alarmados porque estimamos que esta decisión de la instancia política puede llevar a nuestros acuíferos a una situación de sobreexplotación semejante a la que padecen las aguas superficiales en muchas cuencas, con efectos medio ambientales negativos.

En general, el aprovechamiento del agua se realiza dentro de un sistema hidrológico que integra recursos: aguas superficiales y subterráneas del área servida por el sistema, reutilización de aguas residuales, utilización secuencial, desalación de aguas marinas o salobres e importación de agua de otras cuencas (trasvases). La mayor o menor utilización de cada una de estas fuentes de recursos es específica para cada sistema, en función del clima, de las infraestructuras, de las demandas, de las características geológicas... En cada sistema puede ser importante una o varias fuentes específicas de abastecimiento y otras carecer de importancia. La problemática de la cuenca del Segura es diferente a la del Norte, a la del alto Guadiana o a la del Duero. No existen soluciones generales y mucho menos únicas o milagrosas, y, en todo caso, éstas

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deberían ser objeto de debate en el ámbito científico y técnico.

Parecería más lógico que el debate político se orientase a la definición de objetivos en relación con las demandas (consolidación o implantación de nuevos regadíos, mejoras de abastecimientos, etcétera), a la concreición de objetivos de conservación del medio ambiente hídrico y a la necesaria adecuación de la ley de aguas para que sirva de eficaz marco normativo a las nuevas necesidades hídricas de nuestra sociedad.- es catedrático de Hidrogeología de la Universidad Autónoma de Madrid.