El Estado Mayor francés prepara a Chirac un plan para reducir a la mitad el Ejército de Tierra
Francia prepara una drástica reducción de su Ejército de Tierra. Un plan del Estado Mayor aconseja disminuir los efectivos desde los actuales 240.000 hasta sólo 130.000 y suprimir la mitad de los regimientos. El proyecto, que apunta hacia la profesionalización de las Fuerzas Armadas, será estudiado la semana próxima por el Consejo de Defensa, presidido por Jacques Chirac. Dentro de las unidades que serán suprimidas figura la Primera División Blindada, una de las principales bases del Euroejército. La apuesta francesa por los militares profesionales marca una nueva divergencia con Alemania, que sigue basando su defensa nacional en los soldados de reemplazo.
El plan preparado por los estados mayores fue obtenido por el vespertino Le Monde, que publica las principales propuestas en su edición de hoy miércoles. La filosofía del proyecto se ajusta a las dos directrices marcadas recientemente por el presidente Chirac: profesionalización y movilidad geográfica.En este sentido, el nuevo Ejército de Tierra francés dará prioridad a las "unidades de proyección", preparadas para trasladarse a otros países en un tiempo mínimo. No hay plazos establecidos para la transformación, aunque se da por supuesto que será "gradual" y durará años.
En unas recientes declaraciones, Chirac dijo que la reforma debería estar concretada en 2002, año en que concluirá su mandato. El ministro de Defensa, Charles Millon, desmintió anoche a Le Monde y precisó que todavía no se había tomado ninguna decisión definitiva sobre reducción de efectivos. "Ni siquiera se ha tomado aún la decisión de profesionalizar el Ejército", señaló.
El Ejército de Tierra de Francia cuenta actualmente con 240.000 soldados, la mayor parte de ellos de reemplazo. Chirac y su ministro de Defensa quieren dedicar a los reclutas a un "servicio civil" que podría incluir también a las mujeres, y profesionalizar por completo la defensa. El nuevo Ejército sería similar al británico en tamaño (entre 130.000 y 140.000 efectivos) y se distribuiría en 83 regimientos en lugar de los 186 de ahora, lo que obligaría a cerrar al menos un centenar de cuarteles. Se cuenta con que esos cierres provocarán malestar en las poblaciones afectadas, parte de cuyo comercio vive de los soldados.
La propuesta de supresión más conflictiva es la que afecta a la Primera División Blindada, con 21.600 efectivos y basada en Alemania. Esa división es una de las piezas básicas del Euroejército compuesto por franceses, alemanes, españoles y belgas, bajo el mando del general francés Pierre Forterre. Disolver esa división podría ser interpretado como una ruptura con el proyecto de defensa común del que surgió el Euroejército e incrementar la inquietud del Gobierno alemán, molesto ya, según Le Monde, por el hecho de que Chirac haya emprendido una profundísima reforma de sus ejércitos sin consultar a sus más estrechos aliados. Al contrario que Francia, Alemania desea mantener el reclutamiento obligatorio como base de su defensa.
El plan de reducción de efectivos afecta sustancialmente a las fuerzas de ultramar. Los especialistas de estado mayor consideran que las bases en África son demasiado numerosas, y que los acuerdos de cooperación defensiva suscritos con casi todos los países francófonos africanos pueden ser respetados con la presencia sobre el terreno de una simple compañía (150 soldados), contando con que las unidades acuarteladas en Francia podrían ser desplazadas inmediatamente.Disminución de efectivos
Por otra parte, la necesidad de efectivos en Polinesia ha bajado drásticamente desde que Chirac anunció el fin de los ensayos nucleares y el desmantelamiento de las instalaciones de Papeete y del atolón de Mururoa.Además de la profesionafización del Ejército, el Ministerio de Defensa tiene un problema pendiente en la industria militar y muy especialmente en los astilleros militares. La Dirección de Construcciones Navales, con más 26.000 empleados, ha visto muy reducidos sus encargos al desestimarse la construcción de dos nuevos submarinos nucleares y cancelarse numerosos pedidos de menor importancia por parte de la Marina, a causa de los recortes presupuestarios.
Los sindicatos temen despidos en masa, pero Millon intentó ayer tranquilizarles afirmando que su propósito era "dinamizar" unos astilleros que seguían figurando "entre los más competitivos del mundo".
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